La resolución fue adoptada de manera unánime después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtiera que el número de infectados por el ébola se está duplicando cada tres semanas, particularmente en Liberia, y que ya hay unas 5.000 personas infectadas.
El Consejo escuchó al médico y ayudante humanitario liberiano Jackson Naimah, quien hizo un pedido desesperado de ayuda para combatir la epidemia que según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud dejó en África occidental 2.630 muertos de un total de 5.357 afectados.
«Por favor envíen sus helicópteros, sus centros, sus camas y su personal experto», dijo Naimah en videoconferencia desde Monrovia.
«No tenemos la capacidad de responder a esta crisis. Si la comunidad internacional no se levanta, estaremos acabados», añadió.
En su resolución, el Consejo declaró que el «alcance sin precedentes del brote de ébola en África constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales» y advirtió que los «avances hacia la paz (…) podrían revertirse» en África occidental.
El documento llama a los países a «proveer de asistencia urgente, incluidos (…) hospitales de campo» con el personal y los suministros necesarios, laboratorios y clínicas, y suministrar «apoyo para el transporte por avión».
El Consejo también pidió a los países levantar las restricciones establecidas en las fronteras y para los viajes y exhortó a las compañías aéreas a mantener sus vínculos con los países afectados.
Esta es la tercera resolución vinculada a una emergencia de salud aprobada por el Consejo en toda su historia. Las anteriores fueron para combatir la pandemia del sida en 2000 y 2011.
– Misión Ébola –
La ONU se fijó como objetivo detener el avance del ébola en un período de seis a nueve meses y está pidiendo cerca de 1.000 millones de dólares para comprar suministros para África occidental y evitar que el virus infecte a 20.000 personas a finales de año.
Ban anunció planes para establecer una nueva misión de la ONU para combatir el ébola, con sede en África occidental pero en ninguno de los países más afectados, donde se abrirán oficinas regionales.
Además, el secretario general nombrará próximamente a un representante especial para liderar esta crisis y con el fin de focalizar la respuesta internacional a la epidemia.
Una «cumbre del ébola» que tendrá lugar la próxima semana se celebrará de forma paralela a la Asamblea General de la ONU, con el fin de movilizar la ayuda y recursos para combatir la enfermedad.
El Banco Mundial advirtió esta semana del «daño catastrófico» a las economías de Liberia, Guinea y Sierra Leona, con una fuerte caída en ingresos de sus gobiernos.
Naimah describió una importante falta de camas, lo que ha forzado a los trabajadores a rechazar pacientes.
«Ahora mismo, mientras hablo, la gente se sienta en las puertas de los centros, literalmente suplicando por sus vidas», dijo.
Aunque Naciones Unidas se haya fijado el objetivo de detener la expansión del ébola en seis o nueve meses, Médicos sin Fronteras criticó que la respuesta hasta el momento ha sido «letalmente inadecuada».