Imágenes y vídeos publicados en redes sociales por soldados israelíes durante el conflicto armado en la Franja de Gaza han revelado los crímenes de guerra cometidos por el Ejército de Israel contra la población palestina. El material recopilado y presentado en un documental por la cadena Al Jazeera durante el enfrentamiento bélico ha sido retomado por el medio británico Double Down News (conocido como DDN) para mostrar los actos de destrucción que cuentan con un más de un año desde el estallido del conflicto en Oriente Medio.
El material revela una serie de actividades ilegales, desde la destrucción y el saqueo sin sentido de los hogares palestinos hasta la demolición de barrios enteros, como el caso del pueblo Khirbat Ikhza, una pequeña ciudad con alrededor de 13 mil habitantes. Vídeos publicados por los propios soldados israelíes, que entraron al pueblo después de Navidad, los muestran destruyendo propiedad civil sin justificación, violando los estatutos del Derecho Internacional Humanitario (DIH), específicamente a las disposiciones establecidas en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales.
El metraje de DDN rechaza la cobertura mediática occidental sobre el conflicto en Oriente Medio y afirma que las acciones desmedidas del Ejército de Israel es un reflejo del pensamiento generalizado de la sociedad israelí. Así lo indica el director y periodista de investigación, Richard Sanders, quien participó en el proyecto documental.
“Hay una canción israelí llamada ‘Este era mi hogar’. Y lo que hacen es vestirse como caricaturas de lo que ellos perciben como palestinos y lo que se percibe de los palestinos cantando de manera burlona hacia personas que ya no tienen un hogar. No estamos viendo una subcultura oscura en la sociedad israelí. Esta es la sociedad israelí dominante”, expresó el activista de derechos humanos en el largometraje.
El material cuestiona las estrategias de ataque basadas en el uso de Inteligencia Artificial (AI), información personal en rede sociales y rastreo de teléfonos celulares, que habrían sido utilizadas para asesinar a objetivos en sus propios hogares junto a sus familias. También cuenta la historia de la guerra a través de los ojos de periodistas palestinos que han registrado ataques contra hospitales con civiles desarmados, que han sido el objetivo de francotiradores israelíes.
Además, el metraje expone actos inhumanos de tortura, humillación y crueldad contra prisioneros de guerra palestinos, que van desde tallar la Estrella de David en la espalda de un recluso palestino hasta la violación con animales contra personas indefensas. De hecho, cita un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a finales de junio que identificó a 53 personas que han sido asesinadas en detención israelí.
A pesar de estos informes, el documental señala que los ciudadanos israelíes muestran su descontento ante estas acciones desde una perspectiva basada en la crueldad y afirman que dichos prisioneros palestinos “no están siendo tratados lo suficientemente mal”. Sanders también plantea el sentido de impunidad que rodea las acciones de los soldados israelíes, que no deben rendir cuentas sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante este conflicto.
“Está bastante claro que las vidas de un grupo de personas valen más que las vidas de otro grupo de personas. Nadie puede decir que los israelíes no habrían hecho más claro lo que estaban haciendo en su retórica, en las redes sociales, en lo que su propio medio de comunicación decía, que esto era un ejercicio de limpieza étnica, posiblemente un ejercicio de genocidio. Nos lo estaban dejando muy claro, y si somos ignorantes, somos ignorantes voluntarios”, reflexiona el documentalista.