Diez personas han resultado heridas por asta de toro en los ocho encierros de las fiestas de San Fermín de Pamplona (norte), que finalizan en la noche de este martes, anunciaron los organizadores.
Entre estos diez heridos, dos más que el pasado año, cinco siguen hospitalizados pero evolucionan favorablemente.
En total, 27 personas fueron hospitalizadas por contusiones y diversos traumatismos producidos durante los encierros entre el 7 y el 13 de julio.
Este último día de las fiestas de San Fermín se ha visto marcado por el encierro más rápido de la historia de estos festejos, tras recorrer los toros los algo más de 800 metros entre los corrales y la plaza de toros en dos minutos y cinco segundos, sin llegar a cornear a nadie.
Cinco ‘mozos’ tuvieron que ser trasladados al hospital en este último encierro por diversos traumatismos y contusiones, mientras que una sexta persona fue atendida en la enfermería de la plaza de toros «por un ‘puntazo’ en el tórax», el toro le alcanzó con el cuerno, pero no llegó a clavárselo.
En 35 años, desde 1980, únicamente cinco encierros acabaron sin que hubiera que trasladar a nadie al hospital.
Joseba Asirón, alcalde de Pamplona, se alegró por unas fiestas que se han desarrollado con «total normalidad» y finalizarán esta noche cuando los pamploneses entonen el «pobre de mí».
«El ambiente en la calle ha sido relajado durante todas las fiestas, desde la procesión inicial hasta ahora mismo», añadió.
Desde 1911, 15 personas han muerto en los encierros de los San Fermines, la última, un español de 27 años, falleció en 2009.
Las fiestas de San Fermín atraen a centenares de miles de visitantes cada año a Pamplona, una ciudad de unos 300.000 habitantes, para ver los encierros de unos toros, que posteriormente son lidiados en las corridas.