Las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos para restablecer sus relaciones diplomáticas avanzan en una «dirección positiva» pero la reapertura de las respectivas embajadas aún no tiene una fecha, afirmó este miércoles el vocero del Departamento de Estado, John Kirby.
«Las discusiones continúan y pienso que se están moviendo en una dirección positiva. Nuestros equipos siguen hablando y las conversaciones van bien. Pero no tengo un cronograma para ofrecer», dijo el vocero en una conferencia de prensa.
Después de cuatro reuniones de alto nivel y diversos encuentros de equipos técnicos, cubanos y estadounidenses parecen cerca de sellar un acuerdo para la reapertura de las embajadas, pero las dos partes admiten que aún quedan detalles para negociar.
De acuerdo con la legislación, el Departamento de Estado tendría que notificar al Congreso con un plazo de por lo menos 15 días de antecedencia la decisión de cambiar la condición de la actual Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana a la de Embajada plena.
Kirby dijo este miércoles que el Departamento de Estado aún no ha enviado esa notificación al Congreso.
La semana pasada, una fuente del Departamento de Estado explicó que ese plazo no significa necesariamente que tal cambio ocurra precisamente en 15 días. «Es una señal al Congreso de que sabemos que vamos a abrir una embajada» en breve, explicó esa fuente diplomática.
De cualquier forma, las señales de la proximidad de un acuerdo se tornan evidentes.
En la Sección de Intereses de Cuba en Washington, el personal diplomático ya instaló en el jardín delantero de la centenaria mansión el mástil donde será izada la bandera cubana cuando los dos países restablezcan relaciones diplomáticas.
No obstante, diversas fuentes coinciden en señalar la posibilidad de que un entendimiento final tenga que esperar por la recuperación del Secretario de Estado, John Kerry, quien sufrió una fractura en la pierna derecha durante un accidente ciclístico en los Alpes.
Kerry ya reveló que deseaba ser el primer Secretario de Estado en visitar Cuba en décadas y reabrir la embajada estadounidense en La Habana.