Los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla comunista de las FARC se empantanaron este lunes cuando las partes intentaban cerrar un acuerdo parcial sobre participación política antes de un receso.
En esta jornada se esperaba que ambas delegaciones anunciaran que habían alcanzado consenso sobre el tema de la participación política, segundo de los cinco puntos de la agenda de paz, pero este lunes seguían discutiendo el tema.
«Seguimos trabajando con mucho ahínco y hasta el momento que tengamos las cosas en su punto, ustedes mismos lo sabrán», dijo a la prensa Rodrigo Granda, uno de los delegados de las FARC, a su llegada al Palacio de las Convenciones de La Habana, sede de las pláticas de paz.
«La idea de las FARC es trabajar, la del gobierno también y estamos avanzando, se ha avanzado bastante, hay cosas bastante profundas» que se han consensuado, añadió Granda, sin dar detalles.
La delegación del gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa.
El presente ciclo de pláticas debía culminar el jueves pasado, pero las partes lo prolongaron hasta este lunes con la esperanza de cerrar la discusión del segundo punto de la agenda antes de iniciar un receso de unos 10 días.
Este es el decimosexto ciclo de diálogos desde que comenzaron las negociaciones de paz de La Habana, el 19 de noviembre de 2012.
Si no logran consenso sobre este punto en las próximas horas, las partes deberían decidir conjuntamente si prolongan una vez más el presente ciclo de pláticas o hacen una pausa antes de retomar la discusión.
El gobierno de Juan Manuel Santos y los rebeldes habían alcanzado en mayo consenso sobre el primer punto de la agenda, el tema agrario, causa de la disputa que condujo a la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1964.
El tema de la participación política establece las pautas para que los guerrilleros se incorporen al sistema político colombiano una vez que firmen la paz y abandonen las armas.
Los otros puntos pendientes de la agenda son drogas, abandono de las armas y reparación de las víctimas, además del mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo que ponga fin a un conflicto armado de casi medio siglo.
El 26 de octubre, el presidente Santos pidió a las FARC «meterle el acelerador» a los diálogos para «seguir avanzando en los acuerdos».