La policía rusa desmanteló esta semana una peluquería en Moscú en la que las peluqueras cortaban el pelo a los clientes, mayoritariamente masculinos, completamente desnudas, informó el diario británico The Daily Mail.
Por unos 70 euros, los clientes, que hacían cola en las inmediaciones del establecimiento a diario, recibían un corte de pelo con la peluquera desnuda.
Fue este éxito lo que terminó con lo que parecía un lucrativo negocio. Muchos de los clientes, según el diario británico, acudían al establecimiento en estado de embriaguez y confundían la entrada a la singular barbería con la de un centro para niños autistas, lo que llevó a la directora de la escuela a interponer la denuncia.
Ludmila Mihailova, responsable del centro, explicó que durante los recreos era casi imposible que los menores jugaran en el patio porque había «tantos hombres borrachos merodeando».
Aparentemente un agente policial encubierto se introdujo en el salón, grabó las imágenes, comprobó que ofrecían un servicio «adicional» por 150 euros, y la policía actuó para clausurar el establecimiento.