Un hombre de 51 años ha resuelto un enigma de dimensiones pantagruélicas: la semana pasada recordó su nombre verdadero y ha resuelto el misterio de su propia desaparición hace 30 años.
El principio del fin del enigma se dio cuando tuvo un chispazo y le contó a un vecino que su nombre verdadero es Edgar Latulip y es originario de Kitchener, Canadá. Su familia vive a 80 millas de la casa en la que habitaba.
Latulip, cuya edad mental es de 12 años como consecuencia de un trastorno, se sometió a una prueba de ADN junto a un miembro de su familia que resultó positiva.
Su caso, sin embargo, es menos jocoso de lo que aparenta. Cuando tenía 21 años intentó suicidarse pero no lo logró y los suyos le ingresaron en una clínica psiquiátrica pero huyó rumbo a las cataratas del Niágara para volver a intentarlo.
En el camino, sin embargo, sufrió un accidente que le provocó amnesia. La red de Personas Desaparecidas de América del Norte lo describió así: “Sufre problemas mentales. Es posible que haya abordado un autobús. Se fue sin los medicamentos que necesita para sobrevivir”.
Las turbulencias ya pasaron y ahora Latulip está a punto de reencontrarse con su familia. Con los pedazos de su memoria que poco a poco van apareciendo ha empezado a armar los últimos días antes del accidente.