«Hay candidatos que no asumen eso por miedo a perder votos. Prefiero no tener esos votos, pero ser un padre, un abuelo que instruya a su nieto. No voy a estimular la unión homosexual», dijo Fidelix durante un debate televisado el domingo, consultado sobre el casamiento gay.
Los temas de la homosexualidad y el aborto están entre los más polémicos en esta campaña electoral en Brasil, el país con más católicos del mundo, donde los evangélicos crecen a grandes pasos y cuentan con una poderosa bancada en el Congreso. Los principales candidatos -Dilma Rousseff, Marina Silva y Aecio Neves- los abordan por lo general con gran cautela.
Candidatos reaccionan
La noche del lunes, Rousseff difundió en Twitter una foto suya participando de una reunión con representantes de la comunidad LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero).
«Las leyes en este país y las decisiones del Supremo Tribunal Federal, se cumplen. Y tenemos que cumplir esta que declaró que la unión estable entre personas del mismo sexo garantiza a las personas todos los derechos civiles, tales como la herencia, adopción y todos los demás», comentó más temprano el lunes, tras rechazar la homofobia y la discriminación.
También desde una cuenta de Twitter, Silva respondió una pregunta del actor estadounidense Mark Ruffalo, quien le consultó si estaba a favor del matrimonio igualitario.
«Sí, como está en el programa, Marina apoya todos los derechos que emanan de la unión civil entre personas del mismo sexo», dijo.
Durante una actividad de campaña, la candidata ecologista consideró que lo dicho por Fidelix «es inaceptable, debido a la completa intolerancia con la diversidad social y cultural que caracteriza a Brasil».
Para Neves, en tanto, las afirmaciones de Fidelix son «sin sentido y equivocadas», y reiteró que la «homofobia es un crimen, como cualquier tipo de discriminación».
Fidelix, que no llega a 1% en las encuestas sobre intención de voto y es candidato del Partido Renovador Trabalhista (PRTB, de extrema derecha), pidió además que «esas personas que tienen esos problemas [la homosexualidad] reciban ayuda psicológica». «Y bien lejos de nosotros, porque aquí no es posible», zanjó.
Redes sociales explotan
En Twitter, el hashtag #LevyVocêÉNojento (Levy eres asqueroso, en español) lideró la lista de los asuntos más comentados en Brasil con más de 15.000 comentarios en la red social desde las declaraciones el domingo.
«Levy, ¿cuántas veces tuvo relaciones con su aparato excretor?», preguntó un internauta. «Cada niño adoptado por una pareja gay fue abandonado antes por un heterosexual», dijo otro.
Un «beijaço» gay (besazo) en la neurálgica avenida Paulista de Sao Paulo fue convocado para el martes por Facebook. El jueves -cuando hay otro debate presidencial- se convocó otro.
Las declaraciones de Fidelix fueron en respuesta a la candidata Luciana Genro (PSOL), de extrema izquierda, que dijo defender las familias «sin importar si son de dos hombres o dos mujeres».
«Brasil tiene 200 millones de habitantes. ¿Ya pensó si eso se pone de moda? En poco tiempo nos reducimos a 100 millones. Va a la Paulista y camina un poco por allí. Es fea la cosa» por la cantidad de homosexuales, lanzó Fidelix el domingo.
En internet corre también una petición pública para que se prohíba la candidatura de Fidelix por su «discurso prejuicioso, homofóbico, opresor y vergonzoso».