Al menos cuatro huracanes podrían llegar o sobrepasar la categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson y afectar territorio centroamericano en la temporada de huracanes que arranca en los próximos días, según un estudio de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos.
Para poner en perspectiva, huracanes de categoría 3 o mayores son aquellos con gran poder destructivo. La región sufrió en noviembre pasado el embate del huracán Eta (categoría 4) y Iota (categoría 5), los cuales dejaron daños multimillonarios y provocaron una nueva ola de migración hacia Estados Unidos.
Estos fenómenos están contemplados dentro de los ocho huracanes que se formarían en la región, de acuerdo con proyecciones del Comité Regional de Recursos Hidráulicos (CRRH), organismo parte del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
En sus previsiones para el período comprendido entre mayo y julio de este año, se prevé la formación de 17 tormentas tropicales, además de los ocho huracanes. Cifras que si bien son menores a comparación de 2020, siguen por encima de una temporada normal, en la que suelen registrarse 14 tormentas tropicales y tres huracanes.
Esto se debe a que la Oscilación Multidecadal del Atlántico Norte (AMO, por sus siglas en inglés) se encuentra más debilitada en comparación con el año pasado, sin embargo, continuará en fase positiva en los próximos 3 meses.
En el caso del Océano Pacífico, la entidad dice aún no contar con suficientes fuentes de pronóstico de formación de ciclones en esta cuenca, sin embargo, sostienen que podrían esperar una temporada dentro de los parámetros normales.
El CRRH indica que la región viene de un período de influencia del fenómeno de La Niña, que terminó en abril pasado, pero no descartan otras afectaciones, debido al registro del calentamiento de las aguas debajo de la superficie del Océano Pacífico Ecuatorial, lo cual no implica la transición a un fenómeno de El Niño, al menos en el corto y el mediano plazo.
En el caso de El Salvador, se espera que la cantidad de lluvia acumulada en los próximos meses se sitúe dentro de los rangos normales, así como en la mayoría de la región centroamericana, con la excepción de sectores al norte de Nicaragua y al sur de Belice, en los que las precipitaciones se situarán debajo de lo normal.