La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, que fue jefa de Estado entre 2007 y 2015, acudió este lunes a los juzgados tras haber sido convocada para recibir información en una causa en la que se investigan presuntas maniobras de espionaje ilegal durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), de las que ella habría sido víctima.
En un video subido a sus redes sociales, la exmandataria y compañera política del actual presidente, Alberto Fernández, relata, con su voz acompañando a imágenes del trayecto en auto hasta los tribunales federales de la localidad bonaerenses de Lomas de Zamora, que el caso para el que está convocada «es un verdadero y autentico escándalo».
«La AFI (Agencia Federal de Inteligencia), que dependía en forma directa de Mauricio Macri, utilizó narcotraficantes para realizar atentados a funcionarios de su propio Gobierno y seguimiento y espionaje político tanto a opositores como sus propios dirigentes», relata Fernández.
«Increíble: el Estado argentino contratando a narcotraficantes. Y pensar que ese Gobierno, el de Macri, le vendió a todos los argentinos y argentinas que venían a combatir el narcotráfico. Dios mío, cuánta mentira y cuánto cinismo, por Dios», lamenta.
LA INVESTIGACIÓN
Si bien se desconocen los detalles de la causa por la que acudió la vicepresidenta a los tribunales, el diario La Nación señaló que el caso surge como derivación de la declaración de un narcotraficante detenido en febrero pasado, que habría confesado que un abogado de la barra brava (grupos de hinchas violentos) del club Lanús se había presentado ante él como agente de la AFI y le garantizó cobertura para expandir su negocio ‘narco’.
Siempre según el mismo diario, ese abogado lo condujo para poner un artefacto explosivo en la casa de un exfuncionario del Ministerio de Defensa del Gobierno macrista en agosto de 2018.
Tras esa confesión, el juez Federico Villena comenzó a investigar a ese supuesto letrado y, tras una serie de medidas de prueba, se empezó a trabajar en la hipótesis del funcionamiento de una red de espionaje ejecutada por agentes de la AFI durante la gestión del exdirector de la AFI Gustavo Arribas y de su segunda, Silvia Majdalani, para supuestamente seguir físicamente a funcionarios políticos, periodistas e incluso jueces.
«Leo y escucho trascendidos acerca del seguimiento y espionaje que me habrían hecho desde la AFI macrista y no puedo evitar recordar los episodios que denuncié incansablemente durante aquellos años si que nadie hiciera nada», remarca Fernández en su vídeo.
VARIAS DENUNCIAS POR PRESUNTO ESPIONAJE
En los últimos días, se han ido conociendo diversas denuncias por supuesto espionaje durante el anterior Gobierno.
Este fin de semana se conoció que más de 400 periodistas, entre ellos varios de la Agencia Efe, fueron investigados durante el Gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019), según denunció la actual gestión de la AFI ante la Justicia.
La interventora del organismo, Graciela Caamaño, realizó una denuncia por la supuesta «producción de inteligencia ilegal respecto a periodistas, académicos, organizaciones sociales y partidos políticos», cuyas pruebas fueron entregadas hoy ante la Justicia, según confirmaron fuentes oficiales.
De acuerdo a la denuncia , el Ministerio de Seguridad del Gobierno de Macri estableció lineamientos para otorgar las acreditaciones a periodistas para las cumbres de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del G20 que se celebraron en 2017 y 2018 y, según sostiene, las tareas de inteligencia no habrían sido ordenadas ni autorizadas por un magistrado.
Además, a fines de mayo un fiscal imputó a Macri, Arribas y Majdalani, entre otros exfuncionarios, después de que Caamaño, nombrada en el cargo por el Gobierno de Alberto Fernández (que asumió en diciembre pasado tras vencer en las urnas a Macri) denunciara que el anterior Ejecutivo «almacenaba información de inteligencia sobre personas vinculadas a la actividad política» del país, como periodistas, dirigentes y fuerzas policiales.
UNA COMPARECENCIA DIFERENTE
Durante el mandato de Macri, multitud fueron las veces que Cristina Fernández fue convocada a los tribunales para declarar como imputada en diversas causas por presunta corrupción, e incluso por supuesto encubrimiento de terroristas y otros delitos, de cuando era presidenta.
«En aquellas oportunidades llegaron a ser dos motos con cámaras transmitiendo en vivo y en directo mi desplazamiento por la ciudad (para ir a los tribunales). Es raro que (ahora) no me sigan porque la causa judicial por la que estoy convocada es un verdadero y autentico escándalo. Inédito escándalo diría yo», señaló la vicepresidenta en el video.
La líder del peronismo kirchnerista criticó que en 2017 se difundieran por los medios unas «célebres» escuchas de conversaciones telefónicas suyas con su colaborador Óscar Parrilli, quien fuera jefe de los fiscales durante parte de su mandato.
«Conversaciones que habían sido grabadas por la oficina de escuchas que Macri hizo depender de la Corte Suprema de Justicia de la Nación», subrayó.
«Difundieron ilegalmente conversaciones privadas. Siempre me pregunto qué hubiera pasado si la Corte hubiese tomado medidas y sancionado a los responsables. Es probable que esta causa no hubiera existido. Y un montón de ciudadanos y ciudadanas no habían sido ni espiados, ni escuchados ni sufrido atentados. En fin, de aquellos lodos estos barros», concluye.