Trece demócratas del Congreso instaron este viernes al presidente estadounidense, Joe Biden, a poner fin a su campaña de reelección y «pasar el testigo» para que un líder más joven pueda enfrentarse al exmandatario Donald Trump (2017-2021) en las elecciones de noviembre.
Esta jornada marca el día en que más legisladores han hecho público su descontento. El movimiento evidencia que a buena parte del partido se le está agotando la paciencia para que Biden finalice su campaña voluntariamente, tras haber perdido el respaldo de varios dirigentes demócratas, importantes donantes y con los sondeos en contra.
Con estos trece demócratas, se eleva a 38 el número de miembros del Congreso que piden la retirada de Biden, lo que constituye más del 14 % de los integrantes de la bancada demócrata en ambas cámaras. De los 38 que protagonizan la revuelta, 34 son representantes de la Cámara Baja y 4 son senadores.
El lema: «Pasar el testigo»
Muchos de los legisladores que pidieron hoy a Biden que ponga fin a su campaña utilizaron la expresión «pasar el testigo», expresión que se ha convertido ya en una especie de lema.
El primero en pedir su retirada este viernes fue Sean Casten de Illinois en una columna de opinión en el diario Chicago Tribune titulada: «Es hora de pasar el testigo». Posteriormente, en un comunicado conjunto, otros cuatro demócratas exhortaron a Biden también a «pasar el testigo a una nueva generación de líderes demócratas».
«Creemos que lo más responsable y patriótico que puede hacer en este momento es retirarse como nuestro candidato mientras continúa liderando nuestro partido desde la Casa Blanca», afirmaron esos cuatro legisladores.
Entre ellos figuraba el hispano Jesús ‘Chuy’ García, nacido en Durango (México) y el afroamericano Marc Veasey, el primer miembro del Caucus Afroamericano en dar la espalda a Biden, abriendo una grieta en lo que ha sido el bloque de apoyo más sólido del presidente en el Congreso.
A medida que avanzaba la jornada, a esos miembros del Congreso se les unieron otros tantos, incluido el senador Martin Heinrich de Nuevo México, y la representante Zoe Lofgren de California, aliada de la influyente legisladora de ese estado, Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara Baja.
En público, Pelosi se ha mostrado crítica sobre el futuro de Biden. Sin embargo, según medios como The Washington Post y Politico, parece estar orquestando entre bastidores la rebelión demócrata que ha surgido a raíz del controvertido debate del presidente contra Trump a finales de junio.
Biden anuncia que volverá a hacer campaña la semana próxima
A pesar de la presión, Biden, quien con 81 años es el presidente de mayor edad de la historia de EE.UU., no ha dado señales públicas de querer retirarse.
Este viernes, de hecho, anunció en un comunicado que reanudará sus actos de campaña la semana próxima, pese a que actualmente se encuentra aislado en su residencia de Delaware porque esta semana contrajo la covid-19. «Estoy deseando volver a la campaña electoral la semana que viene», afirmó Biden en esa nota de prensa.
A pesar de la rotundidad de sus palabras, este viernes sí que pudo percibirse que el presidente podría estar acusando la presión, tal y como muestran las declaraciones de sus aliados más cercanos.
El senador Chris Coons, con el que tiene una estrecha amistad, dijo hoy que el mandatario «está reflexionando sobre los próximos pasos y escuchando a sus asesores mientras decide sobre su futuro político».
«Creo que nuestro presidente está sopesando lo que debe sopesar: quién es el mejor candidato para ganar en noviembre y para llevar adelante los valores y prioridades del Partido Demócrata en esta campaña», manifestó Coons en el Foro de Seguridad de Aspen, que se celebra en Colorado.
La jefa de campaña de Biden, Jen O’Malley Dillon, no fue tan contundente, pero sí reconoció en una entrevista en MSNBC que ha habido «cierto descenso en el apoyo», aunque argumentó que ha sido «un movimiento pequeño» y aseguró que el mandatario seguirá en la carrera.
Harris se deja ver comprando helado
De esa forma, mientras crecen las especulaciones sobre el futuro de Biden, la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, está emergiendo como su principal heredera con algunos legisladores como Betty McCollum de Minnesota apoyándola ya este mismo viernes para que sea la candidata demócrata.
Harris no se ha pronunciado al respecto, pero este viernes se dejó ver comprando helado en una pequeña tienda de un barrio de Washington con dos niñas pequeñas, las nietas de su hermana.
Dentro del establecimiento, ante las cámaras de televisión, Harris conversó con la dueña, compró helados para las pequeñas y eligió para sí misma uno llamado ‘Cap Hill Crunch’, cuyo nombre hace referencia al Congreso y podría traducirse como «el crujido de Capitolio Hill».
No contestó a ninguna pregunta de los periodistas, pero las imágenes fueron retransmitidas inmediatamente por varios canales de televisión.