Voluntarios, docentes y alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) han desarrollado dos diseños de protectores faciales para apoyar la labor del personal sanitario en la primera línea del combate al COVID-19 en el país.
Se trata de dos tipos de mascarillas para proteger a médicos, enfermeras, personal de seguridad ciudadana, municipales y otros servidores públicos que realizan a diario labores de atención a pacientes o a la sociedad en general, para evitar el contagio del coronavirus.
Alberto Larrea, coordinador del proyecto de investigación científica aplicada «Joubilus3D», encabeza la línea de producción instalada en un área del campus de la PUCE en Quito.
En otras circunstancias, el «Joubilus3D» elaboraría prótesis funcionales para personas de bajos recursos, como piernas ortopédicas y otras soluciones como réplicas de orejas o de nariz, en las que se utiliza tecnología en tercera dimensión (3D).
Pero el coronavirus lo trastocó todo y, por ello, la Universidad Católica, decidió tomar líneas de acción para el diseño de dos tipos de visores de protección facial, que toman en cuenta los requerimientos de médicos y personal «que está en el frente, en el día a día del combate al coronavirus», explicó Larrea a EFE.
Los dispositivos cumplen varios principios, sobre todo que sean rentables, reejecutables, desechables y apropiados para las circunstancias, agregó al precisar que en la elaboración se usan materiales que no son tóxicos, son biodegradables y no permiten que crezcan bacterias o virus.
«Pueden ser usados por cualquier persona» y son «fáciles de usar», añadió Larrea al explicar que el dispositivo tiene una protección de plástico transparente que protege todo el rostro del usuario, lo que le ayuda a protegerse del probable contagio por las minipartículas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar.
El costo del proyecto es «alto», según consideró el coordinador del proyecto, pero precisó que se ha financiado íntegramente con el apoyo financiero de la PUCE, de una organización jesuita y de aportes ciudadanos.
Además, los materiales que se usan para confeccionar los dispositivos son donados, añadió al precisar que los protectores faciales se entregan de forma gratuita al personal de hospitales, pero también a policías que brindan seguridad ciudadana y servidores municipales como quienes recogen la basura.
Larrea indicó que estudia la posibilidad de construir «cajas para entubamiento» médico a pacientes con deficiencia respiratoria, que se suelen usar en las Unidades de Cuidados Intensivos.
Asimismo, contó que una empresa alemana con sede en Estados Unidos les ha proporcionado los planos para armar «aspiradores portátiles».
«La idea es poder armar estos aspiradores en Ecuador», insistió Larrea y comentó que en la fabricación actual de los protectores faciales participa personal de la Facultad de Arquitectura, de la Universidad, docentes, alumnos y voluntarios.
Pero remarcó que, para establecer la línea de producción en tiempos de cuarentena por el coronavirus, se han «tomando todas las seguridades posibles para evitar el contagio».
Trajes especiales, mascarillas, guantes y otros artículos de protección usan quienes trabajan en la confección de los «visores faciales» que irán a «la primera línea de combate» del coronavirus.
En Ecuador, según las autoridades sanitarias del país, hay casi 4.000 personas contagiadas por el COVID-19, con cerca de dos centenares de fallecidos.
La provincia costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil, concentra alrededor de 67% por ciento del total de casos.