La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, pidió este martes en un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el apoyo de la comunidad internacional ante «posibles agresiones» de Nicaragua, a cuyo gobierno acusó de provocaciones y violaciones de la soberanía territorial costarricense.
La mandataria aseguró que en octubre de 2010, tropas nicaragüenses invadieron y ocuparon una parte de territorio de Costa Rica, «en clara violación de nuestra soberanía, de los acuerdos limítrofes y del derecho internacional».
El caso, recordó, fue puesto en conocimiento de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que dictó medidas cautelares mientras emite un fallo sobre las reclamaciones de San José.
Sin embargo, «Nicaragua, burlando sus órdenes, ha continuado las provocaciones y violaciones puntuales a las medidas provisionales; más aún, ha amenazado con otras acciones que podrían vulnerar nuestro territorio. Esperamos que no se produzcan. Pero, si así fuera, reactivaremos con energía nuestra acción ante los mecanismos del sistema internacional», manifestó Chinchilla.
«La comunidad internacional no puede condicionar su acción preventiva a que se activen las armas de hermanos contra hermanos. Debe reaccionar no solo en función de la cantidad y magnitud de las detonaciones, sino de la gravedad y persistencia de las violaciones», agregó.
«De lo contrario, el mensaje para el mundo sería funesto. Implicaría que, para movilizar la diplomacia, la ruta más corta pasa por la sangre. Como país y como pueblo, rechazamos enfáticamente esta idea», señaló la presidenta costarricense.
El tono del conflicto entre Nicaragua y Costa Rica por una pequeña porción de territorio fronterizo, en el sector del Atlántico conocido como Isla Portillos, subió de tono en los últimos días, luego de que San José denunció incursiones de maquinaria nicaraguense que abrieron dos caños artificiales que conectan el limítrofe río San Juan con el mar Caribe.
Este mismo martes, los representantes de Costa Rica en La Haya presentaron una solicitud ante la CIJ pidiendo nuevas medidas provisionales para lograr que Nicaragua salga del territorio en disputa y suspenda los trabajos que, según afirma, se están desarrollando en Isla Portillos.
Chinchilla también se refirió al problema ocasionado en Centroamérica por el tráfico de drogas entre Suramérica y Estados Unidos, que definió como una «arremetida fría, funesta y feroz del crimen organizado transfronterizo».
«Este flagelo ha erosinado el tejido básico de nuestra convivencia social y ha puesto en jaque la existencia misma del estado de derecho en algunos países», apuntó.
«De aquí nuestra frustración y nuestra exigencia a la comunidad internacional, en especial a los grandes consumidores de drogas y productores de armas que materializan la violencia, para que asuman plenametne y sin más retraso las responsabilidades que les corresponden».