Según estudios del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), desde mediados del siglo XIX, la minería compone una importante actividad económica para Costa Rica, ya que cuenta con recursos como el carbonato de calcio, sílice, azufre, manganeso, bauxita, diatomita, hierro, plata y oro entre otros.
Sin embargo, la legislación actual prohíbe la legalización de la minería de cielo abierto desde el 2010, por lo que en la actualidad, las autoridades costarricenses se enfrentan a los mineros ilegales, llamados “coligalleros”, quienes buscan explotar las reservas de oro, ubicadas principalmente en la localidad de Las Crucitas, 200 kilómetros al norte de San José y cerca de la frontera con Nicaragua.
Para evitar que la explotación ilegal continúe, el actual presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció un proyecto de ley para legalizar la minería a cielo abierto, el cual se basa en un modelo de concesión en extracción y operación de la «Planta de Procesamiento Centralizada de Las Crucitas»,
Asimismo, el proyecto establece que el Estado recibirá el 5 % de las ganancias y que será el MINAE el que se encargue de llevar a cabo los concursos bajo el esquema de subastas para asignar uno o varios concesionarios que cumplan con términos ambientales, entre ellas, el no uso de mercurio.
«Los beneficios de esta fase permitirán proteger el oro de Crucitas y aprovecharlo responsablemente para el beneficio general del país, una generación de empleo alta y una exportación y activación económica alta», dijo el mandatario en conferencia de prensa.
En Las Crucitas se tenía planificado la apertura de una mina de oro a cielo abierto, a cargo de la empresa canadiense Infinito Gold, no obstante, tras una larga batalla legal la compañía no pudo comenzar a construir la mina y desde entonces la región es aprovechado por la minería artesanal, que causa severos daños medioambientales, debido a varios factores, como el uso de mercurio.
El Salvador también busca reactivar la minería
El presidente Nayib Bukele pidió este domingo la confianza de los salvadoreños en su gobierno para permitir la minería metálica, prohibida desde 2017 por una ley que calificó de ser una «tontería».
«Lo vamos hacer bien y vamos, no a cuidar el medio ambiente, vamos a mejorar el medio ambiente», dijo el mandatario a preguntas de la prensa sobre una publicación suya en redes sociales, en la que afirmó la semana pasada que era «¡Absurdo!» que en su país estuviera prohibida esta actividad.
El gobernante agregó que «han confiado en nosotros en las otras reformas que hemos hecho, (…) confíen en nosotros en esto» y «si lo hacemos mal, nos castigan en las elecciones».
De acuerdo con Bukele, cuyo partido Nuevas Ideas (NI) tiene los votos para derogar la prohibición de la minería en cualquier momento, en el territorio salvadoreño existirían, además de yacimientos de oro, metales de la cuarta y quinta «revolución industrial».
Dijo que en sus estudios han identificado cobalto, litio, níquel y «tierras raras que son utilizadas para la electrónica avanzada», además de platino, iridio, tantalio, titanio, galio y germanio, entre otros.