(AFP) – La Corte Suprema de Estados Unidos anunció el martes que analizará el caso del derecho o no de una empresa a decidir el acceso de sus empleados a la píldora del día después, a través de su seguro de salud, en nombre de la libertad de religión.
Los nueve jueces anunciaron, sin ningún otro comentario, que oirían pronto los argumentos del gobierno estadounidense de Barack Obama, que se opone a la negativa de una cadena de tiendas de decoración para el hogar a pagar cobertura de salud de sus empleados para ciertos métodos anticonceptivos.
Hobby Lobby Stores, una cadena familiar de tiendas con sede en Oklahoma (sur), cierra los domingos, día del Señor, una práctica muy poco común en Estados Unidos. La empresa da «gracias a Dios» por su éxito, y «lleva a cabo sus negocios de acuerdo con los principios bíblicos», según su sitio web.
Junto a la librería religiosa Mardel, Hobby Lobby se ha negado a cumplir con los requisitos de la nueva ley de salud de Obama, y dar cobertura de salud para cuatro métodos anticonceptivos (dos píldoras del día después y dos tipos de dispositivos intrauterinos, DIU), bajo pena de pagar una multa según lo dispuesto por la ley.
La cadena no cuestionó ante la justicia otros medios aprobados a nivel federal – píldoras anticonceptivas, diafragmas y preservativos- , pero se opone a estos cuatro métodos, que considera comparables al aborto y cree que la cobertura obligatoria «viola los valores religiosos que (la empresa) trata todos los días de aplicar».
Un tribunal federal de apelaciones falló a su favor, diciendo que este requisito legal violaba la ley sobre la libertad de religión en 1993 (Religious Freedom Restoration Act, RFRA). La ley de Obama sobre el seguro de salud exime de hecho a las congregaciones y otras organizaciones religiosas en esta cláusula.
El gobierno, que recurrió a la Corte Suprema, dijo en su apelación que «ningún tribunal ha considerado nunca una empresa con fines de lucro como una organización religiosa ante la ley federal». El tribunal de apelaciones se equivocó al considerar a Hobby Lobby como «una persona con derecho al ejercicio de la religión» en virtud de la RFRA, argumentó el abogado del gobierno, Donald Verrilli.