El Consejo de Derechos Humanos de la ONU denunció el viernes, por primera vez, el uso de armas químicas en Siria.
En una resolución propuesta por once países (incluyendo a Estados Unidos, Turquía y Arabia Saudita), el Consejo «condena enérgicamente el uso de armas químicas, prohibido por la legislación internacional», que «constituye un crimen grave y de efectos devastadores sobre la población civil». El Consejo no da ninguna indicación en cuanto a los autores de esos ataques.
La resolución fue adoptada por 40 votos a favor, uno en contra (Venezuela) y seis abstenciones (Ecuador, Etiopía, India, Kazajistán, Kenia y Filipinas. Actualmente, Rusia y China no son miembros del Consejo.
Esta resolución fue aprobada después de semanas de intensas negociaciones entre Rusia y Estados Unidos, que el jueves en la ONU de Nueva York lograron ponerse de acuerdo respecto a un texto sobre la destrucción del arsenal químico del régimen de Bashar al Asad.
Dicha resolución, que podría ser adoptada a partir del viernes al anochecer, constituye un importante progreso diplomático. Desde que comenzó el conflicto en Siria, en marzo de 2011, el Consejo de Seguridad jamás había logrado ponerse de acuerdo sobre un texto, pues Rusia y China vetaron tres iniciativas.