La primera vez que la surfista australiana, Carmen Greentree, fue agredida sexualmente intentó defenderse y cada vez que intentaba escapar recibía golpes por parte de su agresor.
“Y a la que me rendí, fue la primera vez que me violó, pero es que estaba cansada, no podía pelear más y sabía que no iba a detenerse”.
Luego agregó: “Perdí la cuenta de las veces que me violó. Lo he bloqueado tanto que ya no recuerdo la mayoría de los ataques”.
Después que el caso se conociera, el acusado rompió el silencio. Se defendió de las acusaciones y dio su versión de los hechos.
“No entiendo cómo pudimos haberla mantenido en cautiverio durante dos meses cuando nuestra casa flotante está a cinco o 10 pasos de distancia de otras casas flotantes, hay otros turistas alrededor, es temporada alta y la estación de Policía más cercana está a solo unos cientos de metros de distancia “, aseveró.
La deportista publicó un libro que recorre el mundo. Allí relata que fue abusada sexualmente reiteradas veces durante dos meses en el barco de Mohammad Rafiq Dundoo, quien ahora dio su versión de lo que ocurrió en el verano de 2004
En diálogo con el sitio The Kashmir Monitor, calificó las declaraciones de la mujer como un “truco de promoción de libros” y negó que todo eso haya sucedido.