La justicia boliviana condenó este martes a diez años de cárcel a Gabriela Zapata, exnovia del presidente Evo Morales, por delitos de enriquecimiento ilícito y uso indebido de bienes y servicios públicos, informó la fiscalía general.
Exgerente de la empresa china CAMC, Zapata recibió «la máxima condena de privación de libertad en el marco de un juicio oral, público y contradictorio desarrollado en tiempo récord desde el 17 de marzo», según el fiscal de La Paz, Edwin Blanco.
A la ex pareja de Morales le espera otro juicio por el caso de un supuesto hijo del mandatario.
Blanco expuso ante un tribunal de justicia «la comisión del delito de legitimación de ganancias ilícitas, que fue probada en base a los millonarios depósitos en las cuentas de Zapata y los pagos en efectivo que realizó la acusada para comprar bienes inmuebles, autos y empresas, entre otras propiedades».
El tribunal de justicia condenó a penas menores a otros cuatro funcionarios públicos que habían colaborado con Zapata en la comisión de delitos, como cobro de cheques o uso de bienes pertenecientes al Estado.
Zapata aseguró el año pasado que había tenido un hijo con el presidente, en un caso que desató un escándalo en Bolivia y que le costó a Morales la victoria en un referéndum en febrero, en el que buscaba ser validado para postular a un cuarto mandato (2020-2025).
Luego, la justicia boliviana dictaminó la «inexistencia física comprobada» del supuesto hijo. Ella había asegurado que el niño murió.
En una reciente declaración a un canal de televisión privado, Zapata dijo que había sido utilizada con fines políticos por Samuel Doria Medina, líder de una facción de la oposición.
La expareja de Morales afirmó haber sido «sido utilizada desde el año 2005», fecha en que el mandatario fue elegido, a través de un exconsejero del presidente, el peruano Wálter Chávez, que luego asesoró a Doria Medina.