El presidente Juan Manuel Santos ordenó a sus negociadores no viajar a Cuba para las pláticas que debían reiniciarse este martes con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en un proceso de paz que se desarrolla en La Habana desde el 19 de noviembre de 2012 sin un cese al fuego en Colombia, con miras a poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
«Es un secuestro totalmente inaceptable», señaló Santos la medianoche del domingo, y exigió la liberación «cuanto antes» del brigadier general Rubén Alzate, capturado en la tarde en una zona rural cercana a Quibó, capital del departamento del Chocó (oeste), junto al cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, durante un desplazamiento de civil para la supervisión de un proyecto energético.
«Se suspende esta negociación hasta tanto no se aclare y se liberen estas personas», afirmó el presidente tras una reunión de urgencia con la cúpula militar en el ministerio de Defensa en Bogotá, en la que se atribuyó el secuestro a las FARC, la principal guerrilla del país.
El mandatario dispuso el despliegue de las «operaciones necesarias» para rescatar a los rehenes. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también fue convocado para oficiar de eventual mediador con las FARC, anunció el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Pinzón viajó este lunes al Chocó, donde además de las FARC operan otros grupos ilegales, como el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la banda criminal «Clan Úsuga», surgida tras la desmovilización de paramilitares de extrema derecha entre 2003 y 2006.
Las FARC, por su parte, decidieron «esperar un poco» antes de pronunciarse, con el fin de esclarecer los hechos, según indicó a la AFP una fuente cercana a la guerrilla.
La delegación de paz de las FARC en Cuba se ha limitado a publicar un ‘tuit’ hacia las 09H00 locales (14H00 GMT) diciendo que reaccionaría en breve.
Lo ocurrido generó el repudio de la Unión Europea (UE), que pidió a las FARC que liberen «de inmediato y sin condiciones» a los rehenes.
«El secuestro (…) pone seriamente en riesgo las negociaciones de La Habana», indicó Catherine Ray, portavoz de la jefa de la diplomacia europea Federica Mogherini.
«Un momento crítico»
Las FARC se comprometieron a inicios de 2012 a no secuestrar más civiles, pero se reservaron el derecho de capturar a policías o militares, considerados prisioneros de guerra.
«El secuestro devela lo difícil que es mantener una negociación en medio de una confrontación en curso, sin cese al fuego, con una guerrilla cada vez mas irregular», dijo a la AFP el director del centro de estudios del conflicto CERAC, Jorge Restrepo.
Según el experto, esto pone al proceso de paz en «un momento critico», que puede romper la negociacion o fortalecerla, y que muestra que las FARC «fueron puestas contra la pared por sus propios milicianos y su baja capacidad de control».
«Una rápida liberación reafirmaría la voluntad de las FARC de negociar, de proteger lo alcanzado en la negociación hasta ahora», agregó.
Este es el cuarto intento por alcanzar la paz con las FARC, la guerrilla más antigua del continente, originada en 1964 de una insurrección campesina y que cuenta oficialmente con unos 8.000 combatientes.
El actual proceso, impulsado por Santos desde su primer gobierno (2010-2014), ya logró consensos parciales en tres de los seis temas en agenda: reforma rural (mayo 2013), participación política de la guerrilla (noviembre 2013) y solución al problema de las drogas ilícitas (mayo 2014).
Restan empero los asuntos más complejos, como la reparación de las víctimas -en discusión actualmente- y el abandono de las armas. Además, deberá elegirse un mecanismo de implementación, verificación y refrendación de los acuerdos.
En agosto de 2013 las FARC suspendieron temporalmente las pláticas por diferencias con el gobierno sobre la refrendación de un eventual tratado de paz.