El clero nicaragüense se unió hoy a la preocupación del papa Francisco sobre la crisis que vive Nicaragua a causa de las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, que han dejado al menos 27 muertos según datos de ONG, y reiteró su apoyo a los manifestantes.
«El papa Francisco se ha expresado hoy muy de mañana preocupado por la situación del pueblo de Nicaragua (…) y nosotros nos unimos al papa en esa preocupación (…) aunque muchos quieran sembrar el odio y la represión, no estamos solos», dijo el rector de la catedral metropolitana de Managua, Luis Herrera, durante la homilía dominical.
«Estoy preocupado por cuanto está sucediendo en estos días en Nicaragua, donde, tras una protesta social, se han producido enfrentamientos que han causado algunas víctimas», dijo e pontífice tras el rezo del Regina Coeli ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro.
«Manifiesto mi cercanía en la oración a ese amado país y me uno a los obispos en el llamamiento a que cese toda violencia, se evite un inútil derramamiento de sangre y las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad», agregó.
Los obispos de las arquidiócesis de León y Granada, Bosco Vivas y Jorge Solórzano, respectivamente, se expresaron este domingo de manera similar en mensajes emitidos por el Canal Católico de Nicaragua, al que el Gobierno había suspendido la señal el viernes pasado.
El obispo Sócrates René Sándigo pidió a las autoridades nicaragüenses «abrirse a la sabiduría y a la sensatez».
El mensaje clerical llegó en el quinto día de protestas continuas que han dejado al menos 27 muertos, incluyendo un periodista y un policía y más de un centenar de heridos, según organizaciones de derechos humanos, aunque el Gobierno únicamente ha informado de 10 fallecidos.
Los templos católicos que han servido de refugio para los manifestantes, en especial universitarios, han sido blanco de ataques armados por parte de la Policía.
El obispo auxiliar de la archidiócesis de Managua, Silvio Báez, uno de los más influyentes de Nicaragua, calificó el sábado a los estudiantes que protestan contra el Gobierno como «la reserva moral que tenemos».
Báez, reconocido también por su carácter crítico en temas políticos, acudió junto al cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes y una veintena de sacerdotes hasta la Catedral a apoyar a los estudiantes, que aplaudieron a los religiosos.
Herrera anunció este domingo que las misas vespertinas en la catedral de Managua han sido suspendidas por tiempo indefinido y que las que mantienen su horario serán realizadas en una sala adicional del templo, para poder dar refugio a los manifestantes.
La aceptación pública el sábado del presidente Daniel Ortega de dialogar con el sector privado no hizo más que elevar los ánimos y recrudecer las protestas, ya que los manifestantes no se identifican con ninguna de las partes.
Edificios públicos, así como sedes y símbolos del partido gobernante (Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN) han sido destruidos en la mayoría de ciudades.
Contingentes militares han sido ubicados en puntos estratégicos de cada ciudad para defender instituciones públicas.
Tanto el clero como empresarios, personalidades locales y manifestantes, han insistido en que el Gobierno tiene la mayor responsabilidad de los hechos violentos, sea por dar órdenes a sus fuerzas de choque o «turbas», o bien por no reaccionar.