El alcalde de la ciudad italiana de Verona, Flavio Tosi, anunció este jueves una polémica medida para dar fin a la población de la calle que habita en el centro de la ciudad. La alcaldía pretende multar con 500 euros a aquellos que fueron encontrados alimentando a los “sin techo”.
De acuerdo con Tosi, el alto número de habitantes viviendo en la calle crea un riesgo para la salud pública.
“Cerca de la Plaza Dante hay un jardín donde la organización italiana de la caridad enviaba cestas con alimentos a quienes pernoctaban ahí. Ahora hay más de 20 mendigos viviendo en el jardín y ellos tratan el lugar como su propio sanitario. La situación se ha vuelto incontrolable y por eso introduje la prohibición” contó Tosi, miembro del partido Liga Norte.
De acuerdo con el funcionario, Verona cuenta con innumerables abrigos y aquellos que deciden vivir en la calle están provocando un desastre ambiental.
Marco Tezza, presidente de la organización de beneficencia afirma que la ley y las multas surgen de la nada.
«Nosotros no alentamos a los mendigos. Vamos donde somos necesarios. Si hay problemas con la higiene y el orden público, la solución es aumentar el control. Multar a aquellos que ofrecen comida no es la respuesta».
La medida no fue bien recibida por los políticos de la región. El presidente de la provincia de Verona, Giovanni Miozzi, criticó la nueva política, afirmando que a pesar de la necesidad de mantener el orden público, la prioridad de la alcaldía debería ser ayudar a personas en situaciones difíciles.
«Esa ley tiene una única función durante el periodo electoral: recordar a los electores de Verona que Flavio Tosi es el “sheriff”, afirmó, Fancesca Businarolo, diputada del movimiento Cinco Estellas (M5S).
Tosi, cuyo partido tiene una política feroz contra los inmigrantes en Italia, dice que la ley no tiene fines electorales.
«Ese decreto está de acuerdo con el espíritu cristiano, y durante la ola de frío del invierno nosotros también recibimos inmigrantes ilegales».
El año pasado Roberto Calderoli, veterano miembro de la Liga Norte, comparó a la ministra Cecile Kyenge con un orangután. A pesar de la polémica causada por su declaración, él se recusó a abandonar su función de vice líder del Senado.