Cientos de jornaleros de diversos estados del centro y sur de México comenzaron a llegar a la ciudad fronteriza de Tijuana, para cruzar a Estados Unidos y trabajar esta temporada de pisca, como se le llama a la recolección de cultivos, en los campos agrícolas de California.
La mayoría llega de estados como Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, para hacer una actividad impulsada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero que es una tradición con antecedentes en lo que fue el “Programa Bracero” del siglo XX.
Víctor Clark Alfaro, antropólogo y profesor en la Universidad Estatal en San Diego, dijo a EFE que cada temporada los jornaleros se dirigen a la recolección de frutas y verduras gracias a un acuerdo entre México y EE.UU., que tiene sus antecedentes en este programa que se realizó entre 1942 y 1965.
“Ambos países mantuvieron ese acuerdo, incluso el programa se amplió hace más de año y medio para un mayor número de trabajadores en el campo”, expuso.
Una tradición familiar
Juan Alcázar Barragán, originario de Michoacán, compartió a EFE que lleva ocho temporadas trabajando como jornalero en la pizca en los campos californianos, principalmente para el sustento de su familia, pero también como tradición familiar, pues uno de sus abuelos fue parte del programa “braceros”.
Detalló que, cuando se enteró, vio una posibilidad de obtener dinero y desde entonces acude a los llamados de las empresas intermediarias reclutadoras.
Explicó que previo a la temporada de pisca, estas reclutadoras llegan a sus comunidades ofreciendo el trabajo y “hay que pasar por todo un proceso en el que los patrones evalúan a cada uno dependiendo el trabajo que necesiten”.
Entre los requisitos que deben cumplir, enunció, piden “no haber estado de forma ilegal en aquel lado (EE.UU.), no tener antecedentes penales y ser gente de trabajo”.
Los jornaleros van por periodos de seis a ocho meses y esta ocasión se dirigen a King City para recolectar cebolla y lechuga.
“Nos juntan aquí (en Tijuana), nos cruzan y allá nos esperan los camiones y de ahí nos trasladan al lugar donde nos dan vivienda y comida”, apuntó.
Mencionó que el pago depende del trabajo, pero obtienen alrededor de 18 dólares la hora.
El antropólogo Clark Alfaro destacó que la mayoría de estas personas son campesinos y con alto conocimiento agrícola.
“No vienen de los sectores de las grandes ciudades, sino generalmente vienen campesinos, que son los que tienen las habilidades para trabajar el campo, son los que se notan usualmente en esos programas”, refirió.
Una opción para reducir la migración indocumentada
El especialista también indicó que este programa “sería una solución para reducir la migración indocumentada hacia Estados Unidos”, pero lamentó que “hay intereses de carácter económico y político que impiden que se amplíen las visas”.
El Gobierno de México presumió el año pasado de una cantidad récord de más de 350,000 visas temporales de Estados Unidos tras una reunión en julio entre López Obrador y el presidente Joe Biden.
El experto apuntó que la ampliación de las visas «no sería una solución total, sí parcial, porque la mano de obra se movería como sucede con esa visa, de acuerdo con la demanda del mercado laboral, que es el que marca las reglas. Es un buen principio, pero la visa debe ampliarse mucho más”.