China es un país escaso de mujeres y para resolverlo a un profesor se le ocurrió que varios hombres pobres puedan casarse con una mujer.
El planteamiento de Xie Zuoshi es más sencillo de lo que aparenta: los hombres ricos no tienen inconveniente para encontrar esposa, pero los pobres sí, por eso es mejor facilitarles hallar una antes que se hundan en la frustración emocional que derive en odios contra la sociedad.
De acuerdo a las estadísticas de China por cada 100 niñas nacen 118 niños por eso, calcula el científico, en unos cinco o diez años habrá entre 30 a 40 millones de solteros. Si el problema no se resuelve a tiempo los frustrados se convertirán en un “grave problema social por haber perdido la esperanza de encontrar una esposa”.
Pero los adinerados no tendrán dificultades porque, cual si fueran productos, el valor de las mujeres aumentará según la escasez en el mercado sentimental.
“La solución es que los hombres pobres compartan una mujer”, dice la teoría que ha despertado profunda animadversión.
Pero el profesor asegura que su idea no es tan original. En las regiones más pobres y confinadas, explica, varios hermanos pueden casarse con una misma esposa sin afectar la vida intima ni la felicidad.