Los países de América Latina deben adoptar mecanismos para evitar y sancionar la violencia contra periodistas, un fenómeno agravado por el crimen organizado y que dejó 18 muertes en 2013, instó este jueves la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Al presentar su informe anual, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH recomendó a los Estados «adoptar mecanismos de prevención» y de protección, especialmente a favor de periodistas bajo amenazas o que cubran situaciones de conflicto.
Esas medidas incluirían la condena pública a las agresiones, el respeto a la reserva de fuentes, capacitación de fuerzas de seguridad en el respeto a la libertad de expresión y elaboración de estadísticas precisas sobre los casos de violencia contra periodistas, entre otras.
Los asesinatos, agresiones y amenazas contra comunicadores o medios de comunicación deben ser objeto de investigaciones «imparciales y efectivas» y juzgados en tribunales «independientes» con acceso para las víctimas o sus familiares, señala el informe.
La Relatoría reconoce avances durante 2013 en la investigación y sanción de crímenes contra periodistas, aunque «pese a esos esfuerzos, la mayoría de estos delitos permanece en situación de preocupante impunidad».
«El problema de la violencia contra periodistas en las Américas se ha agravado, vinculado, en muchos casos, con el aumento del crimen organizado», apunta el documento de más de 600 páginas.
Según el organismo, al menos 18 personas habrían sido asesinadas en 2013 por motivos relacionados con el ejercicio periodístico.
Por otro lado, la Relatoría tomó nota de condenas penales contra periodistas por la publicación de opiniones o informaciones de naturaleza pública, así como de casos de descalificación y estigmatización contra la labor de comunicadores por parte de autoridades.