miércoles 30 de octubre del 2024

Cascada de cancelaciones de fiestas de Año Nuevo en Brasil por la ómicron

por Redacción


Ese efecto dominó empezó antes incluso de que este martes se notificaran los dos primeros casos de ómicron en territorio nacional, que además fueron los primeros en América Latina.

El temor a la variante ómicron ha provocado la cancelación de las fiestas públicas de Año Nuevo en más de una decena de capitales regionales de Brasil, país donde se han registrado ya tres casos de este nuevo linaje del coronavirus, el último este miércoles.

Cuando parecía que el país poco a poco recuperaba la normalidad, la irrupción de la nueva variante, identificada por primera vez en Sudáfrica el 25 de noviembre pasado, ha vuelto a poner en alerta a las autoridades regionales y municipales brasileñas.

En los últimos días, los alcaldes de al menos 12 de las 27 capitales del país, entre ellas Salvador y Fortaleza, han anunciado la cancelación de los eventos y conciertos que tenían programados para recibir 2022. La lista aumenta cada día.

Ese efecto dominó empezó antes incluso de que este martes se notificaran los dos primeros casos de ómicron en territorio nacional, que además fueron los primeros en América Latina.

Los dos infectados son un hombre, de 41 años, y una mujer, de 37, dos misioneros brasileños residentes en Sudáfrica y que estaban de visita en su país de origen. La pareja llegó a Sao Paulo el 23 de noviembre y dio positivo dos días después.

El tercer caso se confirmó este miércoles también en Sao Paulo en un joven de 29 años procedente de Etiopía.

Además, se investigan al menos otros dos posibles casos de la variante ómicron en Minas Gerais y el Distrito Federal de Brasilia, que también canceló los festejos de fin de año.

«Esta nueva variante es realmente muy extraña», indicó a Efe Ester Sabino, inmunóloga y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (USP), quien subrayó que todavía se sabe «muy poco» de ómicron.

Cautela en Río y Sao Paulo

Pese a las crecientes presiones, Río de Janeiro, donde antes de la pandemia se reunían millones de personas en sus icónicas playas para celebrar el «Réveillon’, y Sao Paulo, la ciudad más poblada del país, continúan con la idea de celebrar la Nochevieja por todo lo alto.

«A día de hoy, se mantiene», afirmó en la víspera el alcalde de Sao Paulo, Ricardo Nunes, quien añadió que si se presenta el menor «riesgo sanitario», suspenderá los actos previstos en la popular Avenida Paulista.

El alcalde de Río, Eduardo Paes, se manifestó en la misma línea y alegó que, hoy por hoy, los indicadores epidemiológicos indican que la situación está bajo control: «No vamos a salir cancelando cosas, no crearé pánico en la población», pero «seguiré lo que determine el comité científico».

En juego también está un buen pellizco económico que supondría un buen alivio para las arcas de ambos municipios.

Por su parte, el Gobierno de Jair Bolsonaro, líder una negacionista extrema derecha, suspendió los vuelos con Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia y Zimbabue, pero ha rechazado ampliar esa lista a cuatro países más de África, como le recomendó la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria.

¿Habrá repunte como en Europa?

Toda esta incertidumbre amenaza el clima de tregua pandémica en un país que ha sido profundamente golpeado por la covid-19, con 615,000 fallecidos y más de 22 millones de infectados.

Durante todo noviembre, la media diaria se mantuvo por debajo de los 300 decesos, lejos de los más de 3,000 que llegó a registrar en abril, en medio de la peor fase de la segunda ola.

La vacunación está siendo el gran aliado. Casi un 75% de los 213 millones de brasileños tiene la primera dosis en el brazo y un 63% está con la pauta completa. Las dosis de refuerzo también se están empezando a aplicar con celeridad.

Sabino cree que Brasil podría vivir un repunte de casos a medida que la inmunidad de la población baje, pero considera que el escenario es diferente al de Europa, pues aquí «muchos se infectaron y ya están vacunados, lo que aumenta mucho la inmunidad».

A su juicio, más allá de los debates sobre las fiestas navideñas, las autoridades deberían incidir en concluir la vacunación, avanzar con la dosis de refuerzo y, sobre todo, perseverar en «los cuidados del día a día», como el uso de la mascarilla, que Río ya liberó en la calle y Sao Paulo estudia hacerlo a partir del día 11.