El Salvador
martes 24 de diciembre de 2024

Candidato de derecha encabeza elección de Honduras, pero la izquierda se declara ganadora

por Redacción


Una encuesta a boca de urna, de la empresa Ingeniería Gerencial, con una muestra de 208.000 votantes, dio a Hernández, del Partido Nacional (PN), un 33,06% contra 27,04% de Castro.

(AFP) – Juan Orlando Hernández, candidato de la derecha gobernante, encabeza la elección presidencial de Honduras con un 34,97%, según los primeros resultados del Tribunal Electoral, pero la izquierdista Xiomara Castro ya se proclamó ganadora.

Castro, esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya, obtiene un 28,36%, de acuerdo con el primer corte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), tras haber escrutado el 24% de las mesas.

«No estamos reflejando tendencias ni estamos dando ganador, aunque estos son datos reales», anunció el presidente del TSE, David Matamoros, en cadena nacional de radio y televisión.

Poco antes, acompañada de Zelaya y cercanos colaboradores, Castro afirmó que los resultados de boca de urna que ha recibido y algunas actas daban un «triunfo contundente» a su partido, Libertad y Refundación (Libre).

Honduras celebró estas elecciones con una sociedad polarizada y una fragilidad institucional heredadas del golpe que militares, empresarios y políticos asestaron el 28 de junio de 2009 a Zelaya, luego de que su gobierno liberal girara a la izquierda.

«Hoy podemos declarar victoria (…) Voy a decirles que soy la Presidenta de Honduras», dijo una exultante Castro a periodistas en un hotel donde instaló su comando de campaña.

Hernández hizo lo propio en su cuenta de Twitter: ¡Gracias Dios mio y gracias pueblo hondureño por este triunfo!

Una encuesta a boca de urna, de la empresa Ingeniería Gerencial, con una muestra de 208.000 votantes, dio a Hernández, del Partido Nacional (PN), un 33,06% contra 27,04% de Castro.

La polarización política en uno de los países más violentos del mundo motivó el despliegue de unos 25.000 policías y militares para los comicios, en tanto que más de 800 observadores internacionales vigilaron la votación, ante los temores de fraude.

Los hondureños votaron para definir al relevo del presidente Porfirio Lobo, 128 diputados y 298 alcaldes para los próximos cuatro años, en unos comicios, sin segunda vuelta.

Los analistas pronosticaban un resultado apretado. Por más de un siglo han gobernado, con los militares, el PN y el Partido Liberal (PL, derecha) -tercero en los sondeos-, pero esta ha sido la primera vez de un choque frontal entre la derecha y la izquierda.

«Esta elección es trascendental porque va a permitir a Honduras recuperar su normalidad plena», declaró a AFP el jefe de la misión de la OEA, Enrique Correa.

Nueve partidos políticos participaron en estas elecciones consideradas históricas ya que cuatro de ellos surgieron de la crisis política del 2009 tras el derrocamiento de Zelaya.

«¡Esto ya no se aguanta!»

El futuro presidente asumirá un país, el segundo más pobre de América después de Haití, con un 71% de sus 8,5 millones de habitantes en pobreza y una economía calamitosa, con un déficit fiscal del 6% y una deuda externa de 5.500 millones de dólares.

Con dos propuestas extremas, Castro, pretende impulsar un «socialismo democrático a la hondureña», mientras que Hernández, mano derecha del gobierno de Lobo aunque procuró zafarse de sus fracasos, continuaría el modelo neoliberal.

«Espero que el hondureño vaya tomando conciencia para poder seleccionar a los gobernantes que nos van a sacar o mantener donde estamos. Esto ya no se aguanta», dijo a la AFP Randal Godoy, vendedor de equipos audiovisuales.

La gravedad de la pobreza quedó en segundo plano durante la campaña electoral ante los niveles alarmantes de la violencia del narcotráfico y las pandillas, que tienen al país con el triste récord mundial de homicidios, 85,5 por cada 100.000 habitantes.

«El mayor problema es la violencia, causada por el desempleo. La gente se ha acostumbrado a ganar dinero matando», dijo tras votar Pedro Garay, un economista retirado de 72 años.

Hernández promete «mano dura» contra el crimen organizado con una fuerza de 5.000 policías militares, y Castro propone tener a los soldados en las fronteras en la lucha antidrogas y con una policía comunitaria enfrentar a las pandillas.

Las autoridades reportaron incidentes aislados de violencia, como un tiroteo cerca de un centro electoral que dejó cinco muertos en la Mosquitia -una remota zona controlada por narcotraficantes- y casos de nombres de fallecidos que figuran en el padrón electoral.