El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, redobló este jueves sus ataques a los jueces de la Corte Suprema y el Tribunal Superior Electoral (TSE), después de la apertura de una nueva investigación penal en su contra por divulgar documentos secretos de la Policía Federal.
«¿A quién quieren intimidar? ¡La Justicia es para todos!», exclamó el líder ultraderechista en su tradicional transmisión semanal vía redes sociales, pocos minutos después de sufrir un nuevo revés en el Supremo.
El mandatario centró sus críticas contra Luís Roberto Barroso y Alexandre de Moraes, dos de los once jueces que integran el Supremo y miembros además del TSE.
De Moraes determinó este jueves la apertura de una nueva investigación penal contra el jefe de Estado por difundir en Internet informes sigilosos de la Policía Federal referentes a un ataque informático a los sistemas del TSE ocurrido en 2018.
El gobernante compartió esos documentos sigilosos en el marco de su feroz campaña para deslegitimar el sistema electrónico de votación, que funciona en Brasil desde 1996 y acostumbra a ser elogiado por observadores internacionales.
Sin embargo, Bolsonaro lleva semanas insistiendo en que las urnas electrónicas generan «fraudes», aunque reconoce que no tiene pruebas al respecto, y descalificando a las autoridades electorales.
En este contexto, este jueves defendió la divulgación de los documentos policiales sigilosos e insinuó, de nuevo sin pruebas, que la Justicia obstruyó e «interfirió» en la citada investigación sobre el presunto ataque hacker.
«Lo que queremos es agilidad, rapidez. Todas esas informaciones que están en mi página de Internet, que el señor (De Moraes) ordenó retirar ahora, ya las copió la gente. Tengo copias aquí», señaló.
«Lo que estaba pasando no dejando avanzar esa investigación en un crimen contra la democracia», añadió.
También criticó la decisión del Supremo de apartar al comisario encargado del caso e insistió: «¿Por qué ese retraso en el esclarecimiento de esa investigación? (…) ¿Interferencia del TSE?».
El presidente sugirió que el presunto ataque hacker «tal vez» contó con «la connivencia de la cúpula del TSE».
«No tengo pruebas, apenas suposiciones», admitió.
Por esas y otras graves acusaciones, Bolsonaro también fue incluido como investigado en otro proceso relacionado con la difusión masiva de noticias falsas y ataques a la instituciones democráticas, atribuidos a grupos de ultraderecha.
Por otro lado, Bolsonaro dijo que el juez Barroso, quien preside el TSE, «mintió» al exponer los problemas a la hora de adoptar un sistema mixto de votación con urnas electrónicas y papeletas, como exigía el líder ultraderechista y fue rechazado por el Congreso esta semana.
«Magistrado, queda feo mentir de esa manera o puede ser que sea un ignorante que desconoce», afirmó.
A Barroso también lo acusó antes de ser un «activista» de izquierdas y querer favorecer, de cara a las elecciones de 2022, al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, hoy máximo favorito para esos comicios, por delante de Bolsonaro, según los sondeos.
Los ataques del jefe de Estado han desatado una grave crisis institucional en Brasil que amainó el martes pasado cuando el pleno de la Cámara de Diputados enterró por mayoría la propuesta para cambiar el sistema de voto electrónico que pedía Bolsonaro.