La alta comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, llegó este miércoles a Venezuela para una visita de trabajo que le mantendrá en el país hasta el próximo viernes y en la que espera reunirse con actores políticos y supuestas víctimas de violaciones de los derechos fundamentales.
Bachelet llegó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, el principal del país y que sirve a Caracas, pasadas las 18.30 horas locales (22.30 GMT) junto a varios colaboradores y saludó a la prensa.
La visita de la exmandataria chilena ha causado gran expectación en Venezuela, un país sumido en la mayor crisis política y económica de su historia moderna, lo que ha provocado el éxodo de al menos 4 millones de personas según datos de la propia ONU.
Fue recibida por el jefe de la ONU en Venezuela, Peter Grohmann, con quien sostuvo un breve encuentro en un espacio de la terminal aérea.
Posteriormente abordó una camioneta blindada con identificación diplomática y abandonó el lugar escoltada por varios vehículos de uso oficial.
Al menos dos patrullas y una decena de motos con oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y del Servicio de Inteligencia (Sebin) también acompañaron a Bachelet en su trayecto hacia Caracas.
Está previsto que esta misma noche, la alta comisionada se reúna con el jefe del ministerio de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, en la sede de la cancillería en Caracas.
Más temprano, el gobernante Nicolás Maduro valoró como positiva la visita de Bachelet, a quien dio la bienvenida «en nombre de todo el pueblo de Venezuela», y se mostró dispuesto a «escuchar recomendaciones (y) propuestas de alto nivel profesional» en materia de derechos humanos.
«Tenemos muy grandes expectativas por su visita, de todo su equipo, y esperamos que sea para bien del sistema de derechos humanos de Venezuela», añadió.
Bachelet visita Venezuela después de decenas de peticiones de la oposición, que asegura que el Gobierno de Nicolás Maduro encarcela a disidentes inocentes y viola de forma sistemática los derechos humanos.
Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamó presidente interino y fue reconocido como tal por más de 50 países, con Estados Unidos a la cabeza.
En paralelo, el país, que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del planeta, sufre las consecuencias de la mayor crisis económica de su historia, que se traduce en hiperinflación y pésima prestación de los servicios públicos.