Desmembrado y dentro de dos maletas fue hallado en la ciudad de Tijuana, México, el cuerpo de un salvadoreño que por meses esperó junto con su familia una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos, dijeron el viernes voceros de la fiscalía mexicana.
El asesinato fue cometido el pasado 20 de noviembre, pero fue hasta ayer que se confirmó la identidad de la víctima.
El hombre de 35 años vivió en la ciudad mexicana durante seis meses, donde fue enviado por el gobierno estadounidense bajo el esquema de Protocolo de Protección a Migrantes (MPP por sus siglas en inglés).
El titular de la Fiscalía Regional de Tijuana, Jorge Álvarez Mendoza, informó que en ese caso existen dos líneas de investigación, la primera es un asunto relacionado con una mujer y la segunda apunta que era una persona conflictiva y violenta.
El funcionario relató que el salvadoreño comenzó a trabajar en un establecimiento de comida rápida (pizzas) para sostener a su familia en los meses posteriores a su llegada.
Pero a partir de noviembre, el hombre deambulaba por algunos bares de la Zona Norte ingiriendo bebidas alcohólicas y el día de su desaparición le envió un mensaje de texto a uno de sus amigos invitándolo a beber.
«Más tarde, envió otro mensaje al mismo amigo señalándole que tenía conflictos con una mujer en uno de los bares y posteriormente no supo más de él, por lo que comenzaron a buscarlo sin tener resultados esa noche», relató el Fiscal.
Fue la madrugada del 20 de noviembre cuando policías municipales acudieron al llamado de una denuncia anónima la cual los alertaba que en una de las calles, en el oriente de la ciudad, unos hombres sospechosos habían dejado dos maletas abandonadas en la vía pública.
Dentro de las maletas había un cuerpo desmembrado, el cual hoy se confirmó que se trataba del cadáver del migrante centroamericano que era buscado por sus familiares y fue su esposa quien lo reconoció y a quien se le entregó mediante la intervención del Consulado de El Salvador.
El Fiscal comentó que dentro de los antecedentes que se han obtenido hasta ahora por personas cercanas a la víctima, el migrante «era una persona violenta, agresiva, e incluso tenía registros por violencia intrafamiliar ya que golpeaba a su pareja sentimental».
«No nos hicieron caso»
El fiscal regional de Baja California, Jorge Álvarez, aseguró que los asesinatos de migrantes no son recurrentes, incluso afirmó que los cuatro o cinco casos registrados en el último año tuvieron que ver, en su mayoría, con un entorno de su vida en Tijuana.
En este caso, dijo, no está claro el móvil, aunque reconoció que homicidios con estas características suelen estár vinculados a la venta de droga al menudeo.
La esposa del migrante asesinado en México dijo a medios locales que desde que llegaron a su primera audiencia ante un juez migratorio en Estados Unidos dijeron que tenían miedo de esperar su proceso en Tijuana, pero que no fueron escuchados.
“Nos regresaron. Dijimos que Tijuana era muy peligroso, mucha criminalidad y no nos hicieron caso, nos dijeron que no podían hacer nada que estas eran órdenes de Trump”, dijo la mujer. Ella y su abogado pidieron que sus nombres permanecieran anónimos por razones de seguridad.
Desde que inició el MPP en enero, unos 54,000 migrantes han sido devueltos a ciudades mexicanas bajo este esquema. Muchos solicitantes de asilo prefieren volver a su país ante lo incierto del programa y los riesgos que advierten en México.
Un informe publicado la semana pasada por la organización Human Rights First, con sede en la ciudad de Nueva York, encontró al menos 636 casos denunciados públicamente de secuestro, violación, tortura, asalto y otros ataques violentos contra migrantes enviados a México bajo el programa.
“Nosotros no nos cruzamos por ningún lado, cruzamos correctamente, esperamos nuestro número para hacer las cosas bien, por eso esto es injusto”, dijo la viuda.