La Alianza por la Justicia y la democracia, organismo compuesto por asociaciones empresariales y estudiantiles que se conformó a raíz de la represión contra los actos de protesta contra el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, dejó en claro sus intenciones desde que iniciaron los diálogos entre el gobierno y la oposición el pasado 23 de mayo: El fin del régimen sandinista instaurado desde 2007.
Nicaragua se encuentra viviendo la situación política y social más tensa en su historia desde principios de los años 80, con el movimiento que derrocó a Anastasio Somoza y que fue liderado por Daniel Ortega. Un país en el que rara vez ocurrían asesinatos, ha visto cómo más de 200 personas han fallecido a causa de los enfrentamientos entre manifestantes opositores al régimen y fuerzas oficialistas.
Ortega ostenta el poder en Nicaragua desde 2007, situación que le ha servido para tomar el control de los demás poderes de Estado, los medios de comunicación y el sistema de partidos políticos. Su poder casi absoluto se ha visto desquebrajado al no saber lidiar con la situación de las protestas que iniciaron en abril, no teniendo más remedio que acudir a la represión policial.
Una propuesta de reforma a la seguridad social en la que los nicaragüenses tendrían que cotizar más por sus pensiones, fue el detonante del descontento social que se manifestó en protestas callejeras, primero por parte de estudiantes universitarios y luego de diversos sectores ciudadanos, incluyendo la empresa privada.
“Esta no es una mesa de diálogo, esta mesa es para negociar su salida” fueron las palabras del estudiante universitario Lesther Alemán, que le dieron la vuelta al mundo ante lo inusitado de ver cómo un joven de 20 años plantaba cara a un veterano y colmilludo político como Ortega.
Estas palabras emanaron de la primera reunión entre el gobierno y los sectores ciudadanos que quieren la salida de Ortega el pasado 23 de mayo. En el encuentro, el binomio presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo no tomaron responsabilidad por las muertes en las protestas y criminalizaron a aquellos que han salido a protestar contra su mandato.
Alemán se ha convertido en un símbolo de la lucha ciudadana contra Ortega y ha viajado a diversos países para cabildear ante legisladores y otras autoridades para que intervengan en la crisis social nicaragüense.
Desde esa reunión, el gobierno y la oposición solo se han vuelto a ver en otra ocasión, el pasado 15 de junio. En lugar de Ortega y Murillo, estuvo Denis Moncada, el canciller de Nicaragua.
En esa ocasión se empezaron a tratar principios de acuerdos como la intervención de organismos como la Unión Europea y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para tratar el tema de la violencia en las protestas. Asimismo se ha llegado a tocar la idea de adelantar las elecciones, algo que Estados Unidos había llegado a plantear como una oferta del gobierno nicaragüense.
Ahora mismo, el diálogo es intermediado por la Comisión de Mediación y Testigo del Diálogo Nacional, donde una de las caras más visibles es la de Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua.
Monseñor Báez manifestó el martes que dicha mesa no se reanudará a como estaba previsto, pues «este gobierno tiene que demostrar voluntad política».
“La mesa de Diálogo Nacional no se reanudará a como estaba previsto, pues este gobierno tiene que demostrar voluntad política. Esto no es un juego, esto es serio para el futuro de Nicaragua. Aquí no se pueden seguir asesinando más personas”, expresó el prelado en declaraciones a la prensa local.
La nueva suspensión durará hasta que el gobierno de Daniel Ortega presente a todos los miembros del Diálogo la evidencia de haber invitado oficialmente a los organismos internacionales de derechos humanos, tal como se acordó en la última sesión, sostuvo Báez.
Este miércoles José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la democracia, informó que la Unión Europea (UE), ya recibió la invitación por parte del Gobierno para venir al país. Esto era uno de los puntos acordados en la reunión del pasado viernes.
“Tenemos información que ya recibió la UE la carta de invitación conforme el acuerdo establecido en el Diálogo Nacional. Estamos dando seguimiento con la ONU y la CIDH”, tuiteó Aguerri.
El estira y encoge persiste de momento, a la espera que el gobierno nicaragüense brinde muestras de que quiere cooperar y respaldar los compromisos adoptados. No obstante, no falta quien piense que la dilación es una estrategia de Ortega para ganar tiempo, terminar su período en 2020 y pactar con algún partido político el no ser procesado por la justicia.
Este es un video sustraído de la reunión entre gobierno y manifestantes el 23 de mayo, en la que el líder estudiantil, Lesther Alemán, plantó cara a autoridades gubernamentales.
https://youtu.be/FoSu2Y_E5Gk