El material radioactivo robado en México fue hallado este miércoles a más de medio kilómetro del camión que lo transportaba y fuera de su contenedor, por lo que cualquier persona que lo haya manipulado corre peligro de muerte, dijo a la AFP un alto responsable.
Un operativo militar y policial ha acordonado la zona para evitar afectaciones y recuperar con seguridad la fuente radioactiva, aunque no han sido necesarias evacuaciones por tratarse de una zona de campo en el central estado de México, explicó Mardonio Jiménez, director de supervisión operativa de la oficial Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).
Las autoridades de México buscaban este miércoles el camión robado dos días atrás.
El vehículo, un Volkswagen Worker blanco con una plataforma con grúa integrada, transportaba el equipo médico en desuso cuando fue robado en la localidad de Tepojaco, en el estado de Hidalgo.
La CNSNS indicó en un comunicado que «la fuente radiactiva que se encuentra al interior de este equipo médico está debidamente blindada y no representa riesgo alguno, siempre y cuando no fracturen o alteren su cabezal».
Jaime Aguirre Gómez, director general adjunto de seguridad radiológica de la CNSNS, dijo a la AFP que el material radioactivo robado contenía 60 gramos del isótopo cobalto 60 con una actividad de casi 3.000 Curies, unos niveles que expertos consultados consideran suficiente para fabricar una «bomba sucia».
Las autoridades mexicanas han desplegado un operativo de búsqueda que abarca, además de Hidalgo, cinco estados cercanos y Ciudad de México, y exhortan a los ladrones o a personas que lo encuentren a «no abrirlo ni dañarlo, dado que, en dichos casos, puede producir severas afectaciones a la salud».
Robo a mano armada
El conductor del camión dijo a las autoridades que dos hombres armados le asaltaron en una gasolinera de Tepujaco, le ataron y huyeron con el vehículo, según un texto de su testimonio mostrado por oficiales de Hidalgo a periodistas.
El gerente de la gasolinera en Tepujaco, de unos 4.000 habitantes y situada a 55 km al norte de la capital, dijo a la AFP que el conductor parecía haber estacionado el camión al otro lado de la calle para descansar en la noche.
El equipo médico era trasladado desde un hospital de la ciudad fronteriza de Tijuana (noroeste) hasta un centro de almacenamiento de desechos radiactivos en el central estado de México.
«En el momento en que el camión fue robado, la fuente (radiactiva) estaba debidamente protegida. Sin embargo, la fuente podría ser extremadamente peligrosa para una persona si se retira la protección, o si ésta resulta dañada», avisó este miércoles la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) desde su sede de Viena.
La CNSNS, que informó del hurto a la AIEA, publicó una imagen del equipo de teleterapia y del contenedor de madera reforzado con acero que lo protegía.
El Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos de Maquixco (estado de México) se encuentra rodeado por una cerca blanca con alambre de púas pero no hay guardias armados visibles en su exterior, constató este miércoles un equipo de la AFP.
Un oficial del centro dijo que el camión estaba esperando la apertura de las instalacciones a las 08H00 locales del martes para depositar el material.
Los cárteles de la droga mexicanos han diversificado sus actividades ilegales en los últimos años a delitos como el robo de petróleo, minerales y la extorsión a empresas y personas, pero por el momento las autoridades no han ofrecido ninguna hipótesis de los posibles autores del asalto al camión.
Las únicas sospechas que se han hecho públicas apuntan a que los ladrones no tenían como objetivo el robo del material.
«Nosotros estamos ciertos de que el móvil del delito fue robarse el vehículo, porque sus mecanismos para mover las plataformas y la grúa que llevaba son dispositivos caros», dijo Mardonio Jiménez, director de supervisión operativo de la CNSNS a la televisora Milenio.
Aguirre Gómez señaló que ha habido otros casos de robos parecidos en México «hace un buen número de años» y en general fueron motivados por el hurto del vehículo y el material radioactivo se acabó encontrando.
«Suficiente» para fabricar una bomba sucia
Los expertos alertan desde hace tiempo sobre los riesgos que entraña almacenar grandes cantidades de este tipo de materiales en hospitales y otros centros de todo el mundo bajo medidas de seguridad insuficientes.
En un incidente con un equipo de teleterapia en Tailandia en 2000, una fuente de cobalto 60 con una actividad de 425 Curies fue suficiente para dejar gravemente enfermas a 10 personas, de las cuales tres murieron, de acuerdo con la AIEA.
El cobalto 60 es un isótopo radioactivo del elemento metálico cobalto. Los rayos gamma que emite son utilizados contra tumores pero el contacto con ellos o la cercanía pueden causar cáncer si no se maneja adecuadamente.
En un uso más preocupante, ese isótopo puede ser colocado en las llamadas «bombas sucias», un explosivo fabricado para propagar el material radioactivo en una amplia área.
La cantidad robada en México «es suficiente para una ‘bomba sucia’, pero el máximo nivel de daño y contaminación depende de muchos factores», dijo Michelle Cann, analista de la organización Partnership for Global Security (Asociación para la Seguridad Global), basada en Estados Unidos y dedicada a la promoción de programas de seguridad nuclear.
Tras la caída de la Unión Soviética, en 1991, y los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, se desplegaron importantes esfuerzos internacionales para impedir que el material nuclear caiga en manos inapropiadas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, presidió una cumbre sobre esta cuestión en 2010, a la que siguió otra en Seúl el año pasado, y en 2014 está prevista una tercera en La Haya.