Al menos cuatro personas murieron esta madrugada y cinco permanecen desaparecidas en un ataque ruso con misiles contra un edificio de apartamentos en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, en el sureste del país, según datos divulgados por la Fiscalía de la región del mismo nombre.
«Según la información disponible, cuatro personas han muerto, ocho más han resultado heridas y otras cinco, incluido un niño, están desaparecidas”, precisó la Fiscalía.
Mientras, el secretario del Ayuntamiento reiteró que otras 31 personas han sido evacuadas y 7 han sido hospitalizadas: 3 de ellas en estado crítico y 4 en estado grave, entre ellas una mujer embarazada, según las agencias locales ucranianas.
«El enemigo impactó (con sus) ataques con misiles en #Zaporiyia, mató gente», escribió, por su parte, la Policía ucraniana en su página de Facebook, que considera la ofensiva militar rusa una nueva muestra de los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas invasoras contra civiles.
«Esta noche, los militares de la Federación de Rusia realizaron otro ataque en territorio en el centro de la región (de Zaporiyia). Un cohete impactó contra un edificio de varios pisos, bajo los escombros estaban los residentes de los apartamentos, que dormían tranquilamente cuando ocurrió», precisó.
Como resultado del ataque contra el edificio de cinco pisos, más de diez apartamentos entre la segunda y la quinta planta han quedado totalmente destruidos. Los escombros y la ola expansiva provocada por la explosión dañaron además varias de las casas circundantes.
Rescatistas, voluntarios y personal de emergencias están en el lugar, mientras la policía y otros técnicos «documentan las consecuencias del crimen de guerra cometido por los ocupantes (rusos), realizan un estudio de la zona, recogen pruebas físicas de la agresión militar», agregó el mensaje de la Policía.
Previamente, el secretario del Ayuntamiento de Zaporiyia, Anatoly Kurtev, y el Servicio Estatal de Emergencias, habían informado de la destrucción del edificio.
En Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, se encuentra la mayor central nuclear de Europa, actualmente controlada por los rusos y desconectada del sistema energético ucraniano.
Rusia se anexionó el pasado mes de septiembre de forma unilateral la esta región ucraniana junto a la vecina Jersón y a Donetsk y Lungansk, en el este del país, pese a lo cual el ejército ruso no ha logrado controlar del todo ninguna de las cuatro.