Al menos 35 personas murieron en un ataque «terrorista» contra la discoteca Reina, un conocido local de Estambul, donde varios centenares de personas festejaban el Año Nuevo en la noche del sábado, según el gobernador de la metrópolis turca.
«Al menos 35 de nuestros compatriotas perdieron la vida, incluido un policía», anunció Vasip Sahin, que precisó que 40 personas estaban hospitalizadas.
«Es un ataque terrorista», insistió en una rueda de prensa.
Este atentado es el último de una larga serie de ataques vinculados a la rebelión kurda o atribuidos a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) que han sacudido a Turquía desde hace año y medio.
Según los medios turcos, al menos un asaltante, disfrazado de Papá Noel, apareció frente a la discoteca Reina, situada en Ortaköy, en la orilla europea de Estambul, disparó contra los policías apostados delante del edificio y entró en el local, donde abrió fuego contra la multitud.
«De una forma salvaje e implacable, ametralló a la gente que simplemente había venido para celebrar el Año Nuevo», declaró el gobernador Vasip Sahin.
Según la cadena información NTV, varias personas que se encontraban en el local se lanzaron al Bósforo para escapar del atacante. En el momento de los hechos, había entre 700 y 800 personas en la discoteca, según los medios turcos.
Las imágenes de la televisión mostraban a hombres en traje y mujeres ataviadas con vestidos de fiesta, saliendo del local, conmocionados.
Oleada de atentados
La Reina está situada a unos centenares de metros del lugar en el que tenían lugar las celebraciones oficiales de Año Nuevo, a orillas del Bósforo. Una decena de heridos fueron trasladados a urgencias rápidamente mientras que varias ambulancias y vehículos de policías fueron movilizados al lugar, según la cadena CNN-Türk.
Algunos testigos afirmaron que habían oído a los asaltantes gritar algo en árabe, según la agencia de prensa Dogan.
Turquía ha sido objeto de varios ataques vinculados con la rebelión separatista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o atribuidos al grupo EI que han golpeado especialmente Estambul y Ankara.
El 10 de diciembre, un atentado reivindicado por un grupo radical kurdo dejó 45 muertos -incluyendo una mayoría de policías- en el centro de Estambul.
También en Estambul, cuatro turistas perdieron la vida y 36 personas resultaron heridas en marzo en la famosa avenida Istiklal, en un atentado suicida reivindicado por el grupo EI.
Las autoridades también afirmaron que los yihadistas estaban detrás de un atentado que dejó 47 muertos el pasado junio en el aeropuerto Atatürk de Estambul.
Miembro de la coalición internacional que combate al grupo EI en Siria e Irak, Turquía inició en agosto una ofensiva en el norte de Siria para repeler a los yihadistas y empujarlos hacia el sur.
Rebeldes sirios apoyados por el ejército turco asedian desde hace varias semanas la ciudad de Al Bab, un feudo del EI en el norte de Siria.
En respuesta a estas operaciones militares, el EI ha amenazado en varias ocasiones con atentar contra Turquía, uno de los principales blancos de los yihadistas.