Dos activistas han denunciado este jueves la inacción política contra la crisis climática y el uso de combustibles fósiles, pegándose con adhesivo precisamente a fósiles de dinosaurios del Museo de Historia Natural de Viena, que no resultaron dañados.
«Detened la destrucción de los combustibles fósiles», es uno de los lemas que mostraron las dos activistas, de 52 y 24 años respectivamente, que protagonizaron la protesta y que pertenecen al grupo «Última generación».
«Frente a los restos de los gigantes extinguidos, exigen una política de supervivencia, en lugar de la continua destrucción de nuestros medios de vida», explicó el grupo medioambientalista, muy activo en Austria y Alemania, en un comunicado.
Las dos activistas se pegaron al pedestal sobre el que se exhiben varios esqueletos de dinosaurios y también a la garra de un Iguanodonte.
«Nuestros Gobiernos no pueden dejar de echar aceite al fuego: con cada nuevo pozo de combustible fósil, con cada nuevo metro de autopista, estamos destruyendo el futuro de nuestros hijos», declaró Caroline Thurner, una química de 52 años, quien afirmó que participó en la protesta para, afirmó, defender el futuro de sus hija.
La Policía usó disolvente para separar a las dos mujeres del pedestal y las sacaron del museo, informa la agencia APA, que señaló que serán denunciadas por alteración del orden público y por presuntos daños a la propiedad.
El Museo, por su parte, indicó a EFE que no se produjeron daños durante la protesta, pero sí que la sala de los dinosaurios, donde se encontraban unos 100 visitantes en ese momento, tuvo que ser desalojada.
La directora de la institución, Katrin Vohland, aseguró en un comunicado que entiende «la desesperación de algunos jóvenes» y reconoció la simbología de que los dinosaurios «representan la política de energías fósiles».
Sin embargo, rechazó los métodos de los activistas y dijo que pegarse con adhesivo en un museo no contribuye a generar mayorías y a educar contra la crisis climática.
También dijo que el Museo de Historia Natural es el lugar equivocado para una protesta así, ya que es una institución que, dijo, «aborda de forma proactiva la cuestión de la protección del clima y los conflictos sociales que eso lleva asociados».