Una abuela brasileña, identificada como Josefa Feitosa, vendió su casa y sus muebles y se fue solamente con una mochila, pero con el dinero suficiente para viajar donde ella quisiera.
En un principio, la decisión de la mujer no le gustó a sus tres hijos, ya que contaban con que ella se dedicaría a cuidar a sus nietos cuando dejara de trabajar, sin embargo Josefa (Jo, como es popularmente conocida) tenía otros planes.
Jo, se dedicó toda su vida a trabajar como funcionaria de prisiones, jubilándose así a los 60 años en el 2018.
Cuando comunicó a sus hijos la decisión que ella tenía de viajar por todo el mundo, una de ellas se lo tomó a mal e incluso se sintió ofendida ya que suponía que debía “ejercer como abuela y atender a los nietos”.
Ante esto, Josefa dijo en una entrevista al periódico brasileño O Globo, que “no son las abuelas quienes tienen que criar a los nietos”, ya que ella ya se encargó de atender a sus hijos y ahora es el turno de ellos al frente de una familia.
Con relación a esto, a su hija identificada como Lilith, no le quedó más remedio que entender y aceptar la decisión de su madre, que no está relacionada con falta de amor o desapego hacia los niños, e incluso fue la misma hija quien la ayudó a organizar algunos de los viajes que Josefa tenia en mente.
En un año, Jo, recorrió varios países del Sudeste asiático, entre ellos Tailandia, Vietnam, Malasia, Camboya, entre otros; además, viajó por Europa, donde su primer destino fue París, aunque también visitó Austria e Irlanda.
En el año 2020, la mujer se vio frenada debido a la pandemia y aunque en su país no había restricciones, sí las había en el resto del mundo, por lo que tuvo que detener su aventura que la ha convertido en todo un ejemplo para otras personas de su edad.