Instalados hace unos días en el marco del certamen de Eurovisión en Viena, los semáforos con siluetas de parejas homosexuales y heterosexuales han sido tan exitosos que no serán retirados y sus dibujos aparecen incluso en camisetas, informó el miércoles el ayuntamiento.
Los 2.000 primeros ejemplares de estas camisetas se pusieron a la venta el miércoles al «precio de coste» de 5 euros, precisaron desde el ayuntamiento de la ciudad, que este sábado acoge la 60º edición del festival de Eurovisión.
De color negro, están decoradas con los pictogramas verdes y rojo que desde hace unos días pueden verse en unos 120 pasos de peatones de la capital austríaca y en los que aparecen tanto parejas homosexuales, masculinas y femeninas, como heterosexuales.
Las imágenes de estos atípicos semáforos, destinados, según la municipalidad, a favorecer no sólo la tolerancia sino también la seguridad vial, han dado la vuelta al mundo.
El coste de los semáforos, 63.000 euros, fue muy criticado por la oposición municipal de ultraderecha. Pero el alcalde de Viena, Michael Häupl (socialista), destacó que «el efecto publicitario» del producto bien valía la inversión.
El eco que ha provocado la iniciativa, tanto en Austria como en el extranjero, ha sido tan favorable que los semáforos se mantendrán en la vía pública, anunció la concejal vienesa encargada de Transportes, Maria Vassilakou (ecologista).
Además, la responsable dijo que se está estudiando la colocación de nuevos semáforos y el desarrollo de nuevos motivos.
En este sentido, la red ha vivido una s una explosión de sugerencias gráficas para ampliar la gama: una persona en silla de ruedas, una pareja de personas ancianas, un niño con un globo o una mujer paseando un perro.
Más de 20.000 personas pidieron a través de Facebook que se conservaran los semáforos, en principio concebidos como un simple guiño a Eurovisión y al mensaje de tolerancia lanzado por la ganadora de la edición 2014, la diva austríaca, travestida y barbuda, Conchita Wurst.
Las iniciativas para instalar semáforos parecidos se han multiplicado en otras ciudades austríacas. También en Múnich, capital de Baviera (sur de Alemania), se decidió colocar estos semáforos en julio, según informó la prensa alemana.
Veintisiete países participarán el sábado en la final de Eurovisión, una emisión seguida por 200 millones de espectadores en todo el mundo.