Con una voz entrecortada, las lágrimas y el sentimiento a flor de piel, así vivió Alejandro Fernández «El Potrillo» un concierto días antes de la muerte de su padre, Vicente Fernández, el rey de las rancheras.
El pasado viernes 10 de diciembre Alejando tuvo que subirse al escenario del Auditorio Nacional de la Ciudad de México a ofrecer un concierto, el más sentimental de su carrera. Durante la velada rindió tributo a su padre sin saber que horas después “el charro de Huentitán” fallecería a causa de una disfunción de varios órganos, como lo comunicó el médico del cantante, Julio Ramos.
“El Potrillo” se rompió en llanto mientras trataba de cantar entre sollozos “Acá entre nos” melodía que interpretó durante muchos años su padre. Justamente ese día don “Chente” recayó en su salud y su situación era crítica, según informaron sus familiares.
Además, durante la presentación Alejandro Fernández le pidió a sus fans y asistentes que oraran por la salud de su padre.
“Creo que esta es una de las noches más difíciles y creo que el amor y la música son medicina. Siempre he creído en los milagros”, dijo en el micrófono.
El público se unió a su sentimiento y gritaban desde las gradas que tuviera “fuerzas”.
“Quiero que desde aquí, donde ha estado mi padre, donde mi padre se ha sembrado y ha hecho raíz, le mandemos las mejores vibras, un aplauso bien grande, de aquí a Guadalajara”, agregó “el Potrillo”.
Según informes de medios internacionales el féretro del rey de las rancheras estará expuesto a los seguidores hasta el mediodía del lunes cuando se realice una misa privada con la familia de cuerpo presente en el lugar que esta vez lo vio “Volver, volver”.
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