martes 22 de octubre del 2024

La mujer detrás del exitoso videoclip de Adhesivo

por Rebeca Martínez


“No se necesita un equipo o una cámara grande para hacer una idea grande. Desde un celular podés hacer algo con un mensaje positivo”, dice Jasmín Chahín, la mujer detrás de la producción y dirección del más reciente videoclip “Las Moscas”.

Jasmín Chahín es la mujer detrás de la producción y dirección del más reciente videoclip, “Las Moscas”, de la reconocida banda salvadoreña de Ska, Adhesivo. La joven directora tomó las riendas de un concepto musical para transmitir un mensaje social positivo bajo el apoyo de la productora salvadoreña Imagen.

Lo que inició como el deseo de ayudar y apoyar a sus amigos se convirtió en un proyecto que trascendió las fronteras inmediatamente después del lanzamiento en el país. El video acompañó a Adhesivo en su gira promocional en México donde recibió críticas positivas.  Incluso, muchas bandas aztecas no se perdieron la oportunidad de reconocer la buena calidad de la producción.

Aquí, en El Salvador, ha tenido buena aceptación y la lluvia de críticas constructivas no ha faltado. Chahín admite que fue un trabajo en equipo, algo en “lo que todos pusimos nuestra pasión y arte”.

Apasionada por el arte audiovisual asegura que “no se necesita un equipo o una cámara grande para hacer una idea grande. Desde un celular podés hacer algo con un mensaje positivo”.

Aferrada a la idea de transmitir mensajes positivos, sobre todo que trasciendan en la vida de las personas, Jasmín Chahín está haciendo eco en la dirección y producción audiovisual en el país.

En esta oportunidad conversó con Diario1 sobre su perspectiva de la mujer en el campo de producción y dirección audiovisual en el país, además, compartió detalles de la producción del videoclip “Las Moscas”.  Estas son algunas respuestas que la joven directora brindó.

¿Qué opina sobre el papel de la mujer en la producción audiovisual en el país?

Me gusta que las mujeres estemos involucradas  en esto. Para mí, esta producción es un logro porque mucha gente todavía no cree en las mujeres como productoras de audiovisuales y, más aún cuando somos jóvenes. Me enorgullece que Adhesivo haya creído en una mujer para dirigir el video.

¿Cree que la producción de videoclips musicales en el país ha evolucionado?

Creo que las bandas nacionales necesitan más apoyo de productoras audiovisuales. Para mí fue un logro, me siento orgullosa de haber contribuido a que se realizará esta producción.

Creo que cada productor y director debe buscar calidad en los productos y si no se tienen las herramientas,  hay que intentar unir a las productoras para crear un intercambio interesante.

¿Cuánto cuesta para una banda producir un video musical?

Si es de acuerdo a esta producción que se acaba de hacer anda alrededor de $20 mil,  por el trabajo de animación, producción, edición, fotografía, luces, renta de cámaras, equipo y alimentación.

Sobre el videoclip “Las Moscas” de Adhesivo, ¿Cuál es el concepto que desarrolló?

La historia del video no tiene idioma ni es para un país en específico. La entiende quien esté en China o donde sea. Porque el visual es fuerte, cuenta de por sí.

La historia del video trata de muchos conflictos que pasan en nuestra sociedad y que muchas veces estamos cegados ante los problemas, en este caso esos problemas son la contaminación visual: campañas políticas, medios de comunicación, contenidos de televisión que no son filtrados por los padres de familia; y como eso se viene adhiriendo a nuestra vida.

También habla, en el caso de los jóvenes, de los vicios. Como vamos comenzando, vamos entrando a un círculo de amigos y poco a poco nos involucramos hasta que no nos damos cuenta que estamos sumergidos en el vicio.

El aspecto de las clases sociales también es tratado. Que seas de un estrato social económico alto, no significa que seas una buena persona. Muchas veces estas personas contaminan a la sociedad.

¿Cuál fue la idea inicial para el video?

La idea principal de Adhesivo fue “que no se te paren las moscas”. Esto significaba: que no se te paren los chicos que vienen a los conciertos a hacer relajo, que se agreden, que no disfrutan la música sino que se golpean.

Para usted, ¿Qué representaban las moscas en el video?

Para mí el grupo de moscas es algo más complejo. Son ideas negativas, malos conceptos, irresponsabilidades sociales. Esas son las moscas para mí. Pero en el video, las moscas representan problemas que desde la niñez se vienen adhiriendo y cómo se vuelven más pesadas las cosas.

Al final del video el señor se despierta y comienza  a ver el recorrido de su vida a través de las moscas que he conceptualizado en ese momento como los medios de comunicación, las clases sociales y los vicios. Comienza a espantar todo lo negativo y lo que no le ha permitido crecer como persona.

Después el video se interpreta como que el señor está cansado, se va a acostar y se convierte en el joven. Al despertar es el niño, y se da cuenta de que una mosca lo ha venido molestando toda la noche y decide espantar a la mosca.

Pero también queda a decisión del espectador si decide espantar la mosca o no. Es para hacer concientización.

Muchas personas que lo ven se identifican con cierto personaje: el niño, el joven, el adulto y el viejo. El hecho de poder hacer conciencia y que se tenga eco en algo me parece bueno.

También Adhesivo en todas sus canciones tienen un sentido social. En este caso, era un contenido social pero se volvió más complejo. Presenté la idea y ellos desde el primer momento fueron positivos y la aceptaron.

¿Por qué Adhesivo decide trabajar con Jasmín Chahín?

Tengo mucho tiempo de trabajar en el área de producción y he venido recorriendo la carrera  de la banda desde hace muchos años porque tengo una estrecha relación de amistad con ellos. Yo era de sus amigas, de “las groupies”, siempre apoyando a Adhesivo. Además trabajo con Carolina Rojas, la esposa de Álvaro Góchez, el batero, y él fue quien empujó a presentar la propuesta.

Para mí es un honor dirigir un video para Adhesivo. Espero que este sea uno de muchos videoclips que realice.

¿Qué tipo de efectos especiales se realizaron en el video?

Lleva mucha posproducción. Se utilizaron moscas reales y moscas animadas pero la mayoría son efectos de posproducción. Yo decía ‘quiero moscas reales’, entonces hice un estudio de cómo se manejan las moscas, cuánto tiempo viven las moscas y muchos otros aspectos.

Al final decidí hablar con Osmán Hernández, quien es el animador y posproductor. Creó moscas digitales en 3D y diseñó diferentes tipos de moscas, a partir de eso íbamos decidiendo cuáles eran las que se adecuaban más, que se vieran más reales,  para que se viera como un mix, y así la gente no supiera cuáles eran reales y cuáles no.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con moscas reales?

Fue divertido. Compramos de todos los tipos de materiales pegajosos para atrapar moscas, de esos que venden el mercado. Poníamos en la cafetería papeles pegajosos y estábamos pendientes cuando se paraba una mosca. Fue un trabajo en equipo increíble.

Cuando la gente comenzó a agarrarlas con las pinzas y a pegarlas fue difícil por el malestar que causan.

¿Qué impresión tuvo en el público las moscas?

A mucha gente le pareció muy chocante y, realmente esa era la intención. Por ejemplo, el niño con la paleta está viendo la publicidad de la paleta que le incita a “pruébame, cómeme y saboréame”. El niño está hipnotizado por la televisión donde presentan las misma paleta que se está comiendo, pero la de él tiene moscas y se las traga sin darse cuenta porque está dormido frente a la televisión.

Es una manera simbólica de representar que muchas veces consumimos y no sabemos qué es lo que estamos comiendo.  Al mismo tiempo, la irresponsabilidad de muchos padres de no concientizar sobre los contenidos de la televisión que sus hijos consumen, absorben e interpretan a su manera.

El tema de educación en los mensajes y la falta de medición en las producciones que se presentan son latentes en la historia del video.

En cuanto a lo económico, ¿Cuál fue la inversión para este video?

Fue un esfuerzo que no tuvo mucha inversión económica, fue más como un apoyo para la música de la banda. Yo tuve que buscar las manos, las cabezas y las cosas que nos podían servir pero que no nos saliera muy caro.

¿Adónde fue filmado el video?

Hubo diferentes locaciones. La toma del niño se grabó en la casa de Juan Ramón Pineda, amigo mío, que me prestó la casa. La parte del joven se grabó en Taberú. Me prestaron el bar, sabían que no teníamos mucha plata y lo ofrecieron para apoyar a la banda. Para la etapa del adulto se alquiló una casa porque necesitaba una locación elegante. Allí se hizo una dirección de arte para ambientar.

La escena del viejo se filmó aquí en el foro. Hicimos efectos de explosión de televisores, algunos salieron y otros no.  Por ejemplo: cuando explota el televisor al final y salen moscas de él, es animación.

Los caminos se hicieron en el parque Balboa. Las habitaciones fueron un montaje que se grabó aquí en el foro.

¿Cómo se seleccionó a los actores?

Tuve la ventaja de que también soy actriz y Salvador Solís, quien interpretó al viejo, para mí es uno de los mejores actores del país. Su personaje es fuerte porque en la historia no habla pero solo con la interpretación ya lo hace, dice algo.

A Leopoldo Mungía y Carlos Callejas, también ya los conocía. He trabajado en algunas producciones con ellos. Con el niño, Luis Mendoza, lo más importante fue el permiso de los papás. Es un excelente actor. Todos cumplieron el rol que les pedí y me gustó su actuación.

¿Qué fue lo más difícil en la grabación?

Creer en el proyecto. Porque esto nació más como un apoyo para la banda. Llegué donde mi jefe y le pedí ayuda: “necesito que me preste el equipo”. Después me encargué de reunir a las personas que quisieran colaborar con pasión y que creyeran en el proyecto. Lo más difícil fue llevar simultáneamente el trabajo con la producción, que es mi pasión.