Tom Cruise llega a los 60 años este domingo como una de las personas más influyentes en la industria cinematográfica estadounidense, con la que el actor mantiene una relación de amor-odio mientras pasea su eterna juventud refrendada con el éxito de «Top Gun: Maverick», su último estreno.
Cruise (Siracusa, Nueva York 1962) entra en la selectiva lista de «jóvenes» actores sexagenarios de Hollywood brindando por una recaudación de 1,006 millones de dólares en su primer mes desde el estreno de esta película en todo el mundo, y con notables críticas, confirmando así su alias de actor taquillero.
Como otros muchos compañeros de profesión, Cruise empezó sirviendo desayunos y limpiando mesas pero con 19 años le dieron un pequeño papel en la película «Amor sin fin» (1981) de Franco Zeffirelli, en la que el protagonismo lo acaparaba la estrella femenina del momento, Brooke Shields, con la que años más tarde tuvo un enfrentamiento a raíz de la implicación del actor con la cienciología.
Cruise se unió en 1990 a esta iglesia, considerada una secta en varios países, años después de haber abandonado el seminario católico de Cincinnati en el que ingresó a los 14 años con la intención de convertirse en monje franciscano.
Fue «Risky Business» (1983) de Paul Brickman la cinta que le permitió conquistar al público femenino juvenil de los 80. «El color del dinero», de Martin Scorsese, junto al icónico y ya maduro Paul Newman y, sobre todo, «Top Gun» de Tony Scott, ambas de 1986, consolidaron su fama y le encasillaron en películas de acción.
En este tipo de papeles cabe destacar las seis veces que ha interpretado a Ethan Hunt, el personaje principal de la saga «Misión imposible», pendiente de otros dos estrenos previstos para 2023 y 2024.
Pero sí se ha salido de este rol de héroe de acción en títulos como «Rain Man» (1988) o «Eyes wide shut», la película póstuma de Stanley Kubrick (1999), «Nacido el 4 de julio» (1989), «Jerry Maguire» (1996) o «Magnolia» (1999).
Las tres últimas condujeron al estadounidense a desfilar por la alfombra roja de los premios Óscar, pero en todas las ocasiones se le negó la estatuilla.
Aunque sí logró el Globo de Oro por ellas, el 10 de mayo de 2021 devolvió estos tres premios en protesta por las acusaciones de racismo y sexismo hacia la asociación que los concede.
A estos galardones hay que sumar el premio People’s Choice como actor de cine favorito en 1990 y 1994, y en el otro lado de la balanza, dos premios Razzie como peor actor por «Entrevista con el vampiro» (1994) y «La momia» (2017).
Por varios motivos, el actor y productor también ha tenido su relación con el cine español. Fascinado por el trabajo de Alejandro Amenábar, produjo su película «Los otros» (2001) compartiendo coproducción con el cineasta José Luis Cuerda. Su condición, que el personaje principal fuera interpretado por la entonces su esposa, la actriz australiana Nicole Kidman.
Cuerda recordaba de Cruise en sus memorias y en distintas entrevistas su profesionalidad y seriedad con el trabajo, pero también sus cuidadas dotes de manipulación. Ese mismo año, 2001, produjo e interpretó junto a Penélope Cruz «Vanilla Sky», una adaptación del guion de «Abre los ojos» escrito por el mismo Amenábar y Mateo Gil.
De ese rodaje surgió un romance entre Cruise y Cruz que se prolongaría hasta 2004. Un año más tarde, el actor declaraba su amor a la también actriz Katie Holmes, con la que había rodado «Misión imposible 3» y meses más tarde se casaba con ella. Con anterioridad ya había compartido matrimonio y divorcio con las también actrices Mimi Rogers (1987-1990) y Kidman (1990-2001).
Con 45 películas estrenadas en sus poco más de cuatro décadas de profesión, Tom Cruise es el tercer actor más rico del mundo, según la lista de la revista Forbes, con un patrimonio neto de 570 millones de dólares en 2020. Es también uno de los más influyentes y taquilleros de la industria del cine de todos los tiempos, y suma y sigue, pendiente de futuros estrenos y proyectos.