«The Power of the Dog» dio un golpe encima de la mesa y se hizo con los galardones más importantes de los Bafta en una gala dominada por la técnica de «Dune», que se llevó cinco premios y en la que decepcionó «Belfast», que solo transformó en gloria una de sus seis nominaciones.
El western dramático de Jane Campion, que se coronó como la tercera mujer en la historia en ganar el Bafta a mejor dirección, tras Chloé Zhao y Kathryn Bigelow, brilló por encima del resto, al ganar también el de mejor película en una noche magistralmente dirigida por Rebel Wilson.
La actriz y cómica australiana llevó la batuta en una ceremonia que sirvió como homenaje a los sesenta años de la saga de James Bond y que abrió la espectacular Shirley Bassey con una cautivadora interpretación de «Diamons Are Forever», una de las canciones más icónicas de la saga cinematográfica del agente secreto.
Wilson, que mostró un tatuaje en la pierna de Daniel Craig, que destrozó una tarta con la cara de Benedict Cumberbatch y que hasta regaló sujetadores a la grada, ejerció de excepcional anfitriona para la vuelta de los Bafta a la normalidad tras la edición virtual del año pasado. Con su alfombra roja, su público y sus reivindicaciones políticas.
Escasas, seguramente para el momento que atraviesa el mundo. Apenas hubo mención a Ucrania en los discursos, aunque el príncipe Guillermo, presidente de la Academia, que no asistió a la gala pero envió un mensaje grabado, llevaba un pin con la bandera ucraniana en la solapa de su chaqueta.
También hablaron de Ucrania Krushnendu Majumdar, director de la Academia, y Adam Serkiss, que fue el más crítico de la tarde con el trato que se ha hecho a los refugiados ucranianos y afganos. «Parece que algunos refugiados nos importan más que otros», dijo el actor que interpretó a Gollum dirigiéndose al Gobierno británico.
Tuvo que ser Wilson la que elevara la voz, en la introducción de una de las mejores actuaciones de la noche, en homenaje a la película CODA y a cómo esta relata la vida de las personas con problemas auditivos. «El show contará con un intérprete en lenguaje internacional de signos y en lenguaje británico de signos», espetó Wilson, que inmediatamente después le hizo una peineta a la cámara: «este signo va para ti, Putin».
En los premios, «Dune» metió miedo en el comienzo de la gala, arrasando en los técnicos. La cinta de Denis Villeneuve se apuntó los galardones a mejor fotografía, mejor diseño de producción, mejor banda sonora, mejor sonido y mejores efectos especiales. Sus cinco máscaras no pudieron ser igualadas por nadie, pero en cuanto se elevó el nivel, «Dune» pinchó.
«The Power of the Dog» demostró ser una mejor pieza y se hizo con el premio a mejor dirección, para Jane Campion, y a mejor película, el galardón más importante de la noche. Campion no pudo estar en la ceremonia y fueron sus compañeros de reparto quienes recogieron el premio.
«Llevas contando historias durante treinta años. Historias de mujeres que buscan encontrar sus voces, historias de inadaptados, de gente que no ha sido representada. Muchas gracias por todo tu trabajo», dijo Tanya Seghatchian, productora del film.
Entre los presentes en el escenario estuvo un alicaído Cumberbatch, batido en la categoría a mejor actor por Will Smith, que no viajó a Londres y que se llevó la máscara por su interpretación de padre de las hermanas Williams en «King Richards».
Esta sorpresa fue precedida por la de Johanna Scanlan en la de mejor actriz, imponiéndose a Lady Gaga y su «House of Gucci» y a la noruega Renate Reinsve, candidata por «The Worst Person in the World».
Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue el Bafta a mejor corto británico, que recayó en «The Black Cop», la pieza sobre un policía negro y homosexual que sufrió abusos durante años en el cuerpo. «Viví durante mucho tiempo como si no tuviera derecho a estar aquí. Sí tengo derecho», dijo entre lágrimas Gamal ‘G’ Turawa, el policía que sufrió los abusos.
También erizó la piel en la grada el premio a mejor actor secundario, que cayó en manos de Troy Kotsur, de CODA. Kotsur, que fue llevado en volandas al escenario por los aplausos en lenguaje de signos de sus compañeros, se convirtió en el primer actor sordo en ganar un premio principal en los Bafta y podría ser el primer sordo en ganar el Óscar a mejor actor de reparto. «Y si necesitan que el próximo James Bond sea sordo, también puedo serlo», bromeó.
En contraposición al éxito de sus competidoras, «Belfast» se tuvo que conformar con el premio a mejor film británico, que recogió su director, Kenneth Branagh. «El cine en la gran pantalla está vivo. Gracias por apoyarlo, tendrán que vivir juntos», dijo el director norirlandés.
Mientras que Pedro Almodóvar se fue de vacío, ya que «Madres paralelas» no se llevó el Bafta a mejor película de habla no inglesa» -fue para «Drive my car»-, «Encanto», la película de Disney inspirada en la cultura colombiana, triunfó en la categoría de mejor película animada y coge fuerzas para los Óscar, donde defenderá tres candidaturas.