«Spider-Man» regresa esta semana a los cines de todo el mundo bajo una expectación descomunal y con cifras récord de venta anticipada que apuntan a que la tercera aventura de Tom Holland en la piel de Peter Parker podría ser el estreno más taquillero de los últimos años.
«Nosotros somos los primeros con nervios por ver la película», aseguró el propio Holland junto a sus compañeros de reparto, Zendaya y Jacob Batalon, durante un encuentro con Efe.
Entre los fans, la carrera por ser uno de los primeros en ver «Spider-Man: No Way Home» ha sido vertiginosa: en EE.UU. se vendieron más de tres millones de entradas en 24 horas y en México hubo peleas en la taquilla de unos cines después de que se colapsara la venta por internet.
«¡Ya vivimos en un momento lo bastante loco como para pelearnos así», dijo el actor ante el estreno que está llamado a llenar las salas de público tras el vacío provocado por la pandemia.
Un proyecto que pudo no salir adelante
Lo curioso es que esta película podría no haber visto la luz si Holland no hubiera intervenido en 2019 para que Disney (dueña de Marvel) y Sony (propietaria de los derechos de Spider-Man) acordaran financiarla después de que rompieran su contrato anterior.
Había mucho en juego. Las dos entregas anteriores, «Spider-Man: Homecoming» (2017) y «Spider-Man: Far From Home» (2019) recaudaron más de 2.000 millones de dólares en cines conjuntamente.
«Sony y Marvel, ya sabes, tuvieron una pequeña ruptura, necesitaban un poco de terapia de pareja, y me las arreglé para que lo hicieran. Lo logramos y aquí estamos de vuelta», recordó el británico que, con 25 años, es el protagonista del filme que más dinero ha dado a Sony en sus 95 años de historia.
Holland y el director Jon Watts han logrado reanimar el entusiasmo por el superhéroe arácnido a pesar de que andaba muy trillado, con una primera trilogía protagonizada por Tobey Maguire entre 2002 y 2007 y otras dos películas, en 2012 y 2014, donde Andrew Garfield se enfundó el traje arácnido.
Su secreto ha sido aportar un tono despreocupado e inocente que diferencia a esta trilogía, no solo de las cintas anteriores, sino del tono solemne de las últimas películas de Marvel.
Ahora, «Spider-Man: No Way Home» vuelve a saltarse las normas y revela la identidad del superhéroe.
La película arranca con las consecuencias de una de las últimas escenas de la entrega anterior, en la que se desvelaba que Peter Parker se esconde tras la piel de «Spider-Man».
Tras el anuncio, los problemas salpican a su novia, MJ (Zendaya), y a su mejor amigo, Need (Jacob Batalon), hasta el punto de que Parker pedirá ayuda a Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) para que altere el pasado y borre la noticia.
«El guion es fantástico, con un concepto un poco loco»
Sin embargo, el encantamiento saldrá mal y tanto Holland como sus compañeros se verán obligados a combatir a villanos de otras realidades alternas.
«El guion es fantástico. Es una historia asombrosa. Es un concepto un poco loco y podría malinterpretarse pero realmente sirve a la trama muy bien», aseguró el protagonista.
Entre los villanos que regresan, Marvel ha anunciado a bombo y platillo la aparición de Doctor Octopus encarnado de nuevo por Alfred Molina, quien ya apareció en la saga de los años 2000.
A ese festín también se han sumado Jamie Foxx (como el personaje de Electro), J.K. Simmons (como J. Jonah Jameson) y hasta los anteriores «Spider-Man», Andrew Garfield y Tobey Maguire.
Después de las irregulares «Black Widow» y «Eternals», la factoría de cómics ha puesto todo de su parte para que la nueva etapa de Marvel, conocida como «Fase 4», despegue con Spider-Man como el nuevo héroe central de su universo.
En torno a él girarán todos y todo, por muy increíble que parezca hasta para Zendaya: «Cuando leí el guion por primera vez pensé que no había manera de lograrlo. Que era una buena idea pero probablemente cambiaría durante el rodaje», señaló Zendaya.
«Y ahora… todavía no puedo creer que se consiguiera», concluyó.