La crisis económica que vive España desde hace cinco años provocó una caída generalizada de la afluencia a las salas de espectáculos y de cine y de los ingresos del sector cultural, que teme que se agrave la situación por la subida del IVA, según un informe publicado este lunes.
Entre el comienzo de la crisis, en 2008, y el año 2012 el número de espectadores que acudieron a ver obras de teatro, espectáculos de danza o de ópera cayó un 31% hasta alcanzar los 13,4 millones, es decir, un nivel «inferior al de 2002», según el informe elaborado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
Los ingresos del sector, que proceden principalmente de las salas de teatro, cayeron un 20% en este periodo.
«Hasta el año 2008, en España se experimentó un ascenso de las cifras de artes escénicas que, a partir de esa fecha, se transformó en un acusado descenso que ha puesto a las artes escénicas en una situación crítica», indica el informe.
Las salas de cine registraron una caída del 13% en el número de espectadores respecto a 2008.
En el mismo periodo, el número de asistentes a conciertos de música clásica cayó un 14% y un 24% cuando se trata de música «pop». En este ámbito, hubo 22.167 conciertos menos en 2012 que cuando comenzó la crisis, según la SGAE.
El sector cultural, duramente golpeado por la caída del consumo en un país donde la tasa de desempleo es del 25,98%, recibió un nuevo mazazo en septiembre de 2012 con la subida del IVA, que pasó del 8% al 21%.
Inmerso en una política de austeridad, el gobierno conservador espera que este aumento del IVA le ayude a reflotar las cuentas públicas.
Sin embargo, «el incremento del tipo de IVA aplicado a los bienes y servicios culturales en septiembre de 2012 no tuvo como consecuencia una evolución al alza en las cifras de recaudación sino que, por el contrario, incluyendo estas el nuevo impuesto, muestran descensos respecto a ejercicios anteriores», subraya Antonio Onetti, presidente de la Fundación SGAE, en le informe.
El anuncio a finales de septiembre de nuevos recortes presupuestarios para 2014 provocó el enfado del sector y llevó al director Pedro Almodóvar a acusar al gobierno de querer «exterminar» el cine de su país.