Sebastián Yatra comienza este viernes el año que espera sea el más importante de su carrera y lo hace con el lanzamiento de «Dharma». En su tercer álbum de estudio, explicó en entrevista con Efe, derramó su agradecimiento por España, su amor por Colombia y su pasión por el pop, el reguetón y el rock.
«Este álbum va por todos los lados. Mi idea fue poder contar y transmitir todas las emociones que sentimos los seres humanos relacionados al amor y la atracción», dijo Yatra en entrevista en Miami.
Y para este disco, en el que las canciones fueron apareciendo en su «camino», optó por el título de «Dharma», una palabra que para él representa el «presente, el apreciar la vida con lo que viene».
Este Yatra es distinto, ha cambiado. Hace poco más de un semestre comenzó a practicar yoga y, aseguró, se ha «aceptado» a sí mismo.
A sus 27 años, el colombiano se siente «libre» de expresar sus historias y las de los que compusieron con él las canciones.
Es su primer disco en tres años, después de «Fantasía», y en el camino Yatra se convirtió en el protagonista de la primera serie musical de Netflix, dirigida por Manolo Caro (responsable de «La Casa de las Flores»), cuya fecha de estreno aún no se ha anunciado.
«Érase una vez… pero ya no», que le mantuvo en España gran parte del año pasado, también le permitió aprender en lo personal y lo profesional, y sumergirse en «ese lugar que une el folclore español y el latinoamericano».
Este año, además, puede ser el que le traiga un Óscar, pues «Dos oruguitas», uno de los temas principales de la película de Disney «Encanto», está entre las 15 semifinalistas para la estatuilla a la mejor canción original.
En equipo
Al hablar de su proceso artístico, Sebastián Yatra no conoce la primera persona: «Para mí, todo el proceso artístico de la música y la actuación es colaborativo».
En «Dharma» el apoyo de composición incluye al maestro colombiano Julio Reyes Copello, mientras que en la producción se repiten los nombres de sus también compatriotas Andrés Saavedra y Mauricio Rengifo.
Las voces que incluye en el nuevo álbum son un arcoíris de artistas con los que, dijo, disfruta trabajar, como las españolas Aitana y Rosario Flores, la venezolana Elena Rose y los puertorriqueños Mariah Angelique, Lenny Tavares, Myke Towers y Justin Quiles.
Rara vez los artistas destacan una canción por encima de las otras, pero Yatra reconoce su debilidad por tres en «Dharma».
La primera es la que le dio el nombre al disco, una original fusión de pop, flamenco y vallenato con Rosario Flores y Jorge Celedón en la que las palmas conversan de una forma sorprendentemente armónica con el acordeón clásico de la zona colombiana de Valledupar.
Las otras son «Las dudas», un rock que recuerda a la época de la Oreja de Van Gogh con Amaia Montero, y «Quererte Bonito», una canción que compuso y canta con Elena Rose, más el toque de Reyes Copello, y que calificó como su «tesis de grado».
Sentando cabeza
Cuando Yatra sacó «Fantasía» en 2019 su actitud era la de un chico deslumbrado por las mieles del éxito, pero el artista que presentó “Dharma” es ya un hombre que acaba de comprar en Miami su primera casa. «Un lugar donde vivir mi vida», explicó.
«Fue en Madrid donde finalmente entendí que no todo es trabajo y sentí la necesidad de desarrollarme más como persona», reveló en la entrevista en la que contó que antes el «tener una semana libre era motivo de pánico».
El abrazar el concepto de «Dharma» le ayudó a «aceptarse» a sí mismo y a «entender que «el concepto de lo malo y lo bueno no funciona con el crecimiento de uno como persona».
El disco se pasea por temas de amor y desamor, y Yatra reconoce que muchos de los temas, incluyendo un trap/reggae con Mariah y Tavares, son autobiográficos, pero el disco también tiene «historias de otros».
Su meta es que los que escuchen la producción, en disco y en vivo en su próxima gira que empieza en febrero en México, pasen por las mismas emociones que inspiraron las canciones y «sientan la libertad de ser ellos mismos», una sensación que Yatra ahora disfruta plenamente.