Para el salvadoreño Simón Varela no es una novedad haber participado en una producción extranjera. También ha hecho desarrollo de personajes y ambientación para «Nemo», «El cadáver de la novia», «Wall.E», entre otros.
Junto a Óscar Kein Cornejo y un grupo de al menos 15 personas más, este jueves festejan el estreno en el país la película «El libro de la vida», bajo la dirección de Jorge Gutiérrez y producción de Guillermo Del Toro.
Kein y Varela, se han forjado su camino profesional solos. Han escalado a nivel mundial participando en eventos como el vigésimo aniversario del famoso demonio «Hellboy» con una escultura. Y ahora el estreno de esta comedia.
D1: ¿Esta no es la primera vez que usted trabajaba en una película?
Varela (V:) No, claro que no, yo trabajé el desarrollo visual de varias y esto incluye todo: incluye desarrollo de personajes y de entornos. No solo personajes, para eso hay gente específica. He trabajado para películas como: “Nemo”, “Wall.E”, “El cadáver de la Novia”, “Open Season”, “La Era de Hielo”, “The Croods”, “Guardians”. Yo hago todo y doy opciones de cómo se pueden ver las cosas. Para “El libro de la vida”, los personajes fueron diseñador por el director, Jorge Gutiérrez y Claudia Equihua, su esposa.
D1:¿Cómo fue la relación con Guillermo Del Toro?
V: Ese señor llega, corre y se va. Yo le he conocido, pega y corre tipo guerrillero -ríe-. “El Libro de la Vida”, es uno de los mil proyectos que produce. No te digo que salgo a chupar con él porque es paja. Él es una persona muy amena, pero tuvimos poca relación con él.
D1:¿Cómo es la coordinación de involucrar el talento salvadoreño con Hollywood?
V: Yo a Óscar Kein lo conocí por sus esculturas; también vi su portafolio, pero fueron sus esculturas las que me llamaron la atención, luego él me presenta a otras personas que son artistas que han aprendido por sí mismos a hacer sus esculturas porque acá no hay escuelas donde aprendan a hacer estas cosas y ellos terminaron haciento estas esculturas. Lo que observé fue el talento que tenían. Entonces dije que iba a traer diferentes materiales a los que utilizaban acá, así como herramientas. Empiezo a tener una amistad con ellos y es algo mutuo. Yo les traigo herramientas y ellos hacen sus cosas y ha habido varias personas con gran talento y yo dije no pues esta gente está en algo.
Cuando el proyecto sale dije que podrían hacerse las esculturas acá y platiqué con Jorge (Gutiérrez director) para ver que se hicieran las figuras acá entonces Guillermo Del Toro no estaba metido en esto aún. Jorge me aprobó, nos habían dado las pruebas y bocetos. Los escultores acá hicieron, cada uno, su propia escultura y empezaron a ver qué salía. Entonces catalogué a los artistas y hacen un set de siete figuritas. Se las mostré a Jorge y le gustaron. Le dije que nos dejara hacer esto y que no nos pagara. Si le gustaban bueno y si no, ni modo. Jorge aún no disponía del dinero para empezar todo, el estudio aún estaba en negociaciones. Entonces yo antes de que empiece tomo la iniciativa y absorbo costos. Me vine seis meses trabajando en esto. Y la gente (el equipo salvadoreño), tenía trabajo y hacían estas cosas después de sus jornadas. Al final resolvemos con dos esculturas que son “El Chacal” (malo) y “Manolo”. Me llevo una en la maleta personal y la otra se va en maleta de una aerolínea y la destruyen.
D1:¿Y qué pasó?
V: De eso no se dieron cuenta ellos (los escultores), la aerolínea no se hizo cargo tampoco. Habían pasado seis meses trabajando en eso y llevaba rótulos de frágil, cajas de cartón y esponjas alrededor y aún así no se hicieron cargo. Al llegar armé todo y le tomé foto. Había llevado seis meses su elaboración.
Cuando se la enseñé al director, él estaba encantado con la escultura. Viajamos a los estudios y lo vieron. A nosotros nos dieron el dibujo y solo uno, normalmente dan varios planos para hacer detalles y eso. El mismo dibujo se lo dieron al equipo de modelado de la compañía y les dijeron que esas esculturas no se podían hacer y nosotros cuando llegamos y las mostramos, se fueron a llamar al equipo de modelado para enseñar lo que acá se había hecho y dijeron “ah, así es la cosa”. Si ellos hubiesen resuelto se habrían tomado meses, quizás.
D1:¿Cuántos trabajaron al final?
V:. Trabajaron al menos 15 personas, personas que diseñaban en cuero, plata, escultores. Yo hasta fui a buscar personas que hacen artesanías en bares y otros lugares, personas que trabajan en plata y cuero.
D1:¿Qué personajes trabajaron?
V: . Después de los tres principales, la Catrina, el Chacal y Manolo nos encargan a otros más y ahí involucramos a otro grupo de personas. El equipo inicial lo podía hacer, pero se trataba de trabajo minucioso. Tenían que pintar 100 calaveritas que adornaban el vestido y pintarlas de diferentes colores hacer diseño, entre otros detallitos, como las candelas, y así todo.
D1:¿Qué piensan de las palabras de Guillermo Del Toro cuando menciona que el compromiso de la película era hacer visualmente algo excepcional?
V: . Sí es de mucho orgullo, otros medios mencionan también que a la histooria le gana el diseño y la estética que lleva, eso les gustó más.
D1:¿Hay más proyectos entonces después de estos comentarios?
V: Nos ha costado. Estamos empezando y estamos hasta acá. Cuesta porque no somos los únicos haciendo esto. Vamos a empezar a hacer otro set de las mismas esculturas.
La idea es seguir con esto y no solo quedarnos en las esculturas. Tal vez podemos explorar más adelante modelado en 3D. Ya estando dentro podes acariciarlos y establecer esta relación de confianza con los estudios. Es un proceso y no es cosa fácil. Nos vamos a detener un ratito para agarrar fuerzas y ver si podemos sacar esculturas de otra producción que estoy haciendo en España. Jorge ya me avisó que le haga el diseño de producción para la siguiente película que vamos a trabajar.
D1: Óscar, ¿de dónde te inspiraste?
Óscar Kein (K:) A mí me gusta el tema de los muertos y me gusta mucho la cultura mesoamericana. La historia me gustó, me marcó porque era un homenaje a la gente que ya no está y pues se les mantiene vivo en la memoria. Me gusta el concepto de la película y el personaje de la Catrina que me fascina y que tuve la oportunidad de esculpirla. La disfruté bastante, a nivel de concepto, ella fue la que me gustó más.
D1:¿Cuánto tiempo te llevó?
K: Como en un mes y medio, pero ya estábamos enfocados trabajando en esto, fueron muchas horas de sueño ahí invertidos.
D1:¿Qué otros proyectos hay?
V: No solo queremos hacer escultura, queremos seguir haciendo otras cosas, incursionar en los videojuegos para poder salir adelante. Las esculturas ¿ me gustan. Me gusta verlo cuando se crean, tocarlos, esculpir cuando se puede.
D1: ¿Es tu primera vez participando en una película Óscar, contame tu experiencia?
-Interrumpe Varela- ¿cómo te sentís de ver tu nombre en la pantalla?
K: Esto es una experiencia aprendizaje. He aprendido mucho de lo que hago trabajando con Simón. Es una emoción. La primera vez en mi vida que me pasa algo así. Esto significó esculpir en la noche y hacer a la Catrina fue cansado, pero siempre pensé en que iba a dar un fruto y ahora esto se está volviendo una realidad. Todo el esfuerzo valió la pena y es una gran emoción.
V: Como le dije que la solución que le dieron ellos a las esculturas fue importante, porque decir que solo hicieron las esculturas no es solo eso. Nosotros hicimos las esculturas basados en el diseño de Jorge, pero mejoramos unas cosas y pusimos otras que no estaban. Le aportamos un 150% a los personajes: como la espada del Chacal, Jorge no lo había agregado, le incorporamos un barril de pólvora que lleva atrás y resolvimos diferente los hombros, literalmente tenía la escultura en el departamento de arte que la estaban reconstruyendo y aún así la escultura se ve mejor de lo que terminó siendo en la película.
D1: ¿Y qué pasó con las esculturas?
V: Ahorita se están peleando las esculturas porque todos las quieren. Hay dos estudios que las pelean y Guillermo Del Toro y solo hay un set. Estamos negociándolas a ver qué deciden. Yo creo que están esperando a que salga la película y ver cuántos millones hacen. De ahí partirían para solicitarnos las esculturas. Si nos piden que en dos meses se las demos, las sacamos, claro que lo hacemos, solo incorporo más personas al trabajo y nos organizamos mejor.
Hollywood le gusta esperar y cuando quieren las cosas, las quieren ya. Les gusta hacer esos juegos de espera porque en ellos alguien se desespera y puede perder. Es un juego que juegan y lo hacen muy bien. Todo esto es parte del negocio.
Sinopsis
La película se desarrolla en una travesía que realiza Manolo, un joven con la disyuntiva entre cumplir con las expectativas de su familia o escuchar a su corazón. Antes de decidir qué camino deberá tomar, se embarcará en una aventura en tres mundos fantásticos donde deberá vencer sus más grandes temores. Musicalizada con un toque fresco de clásicos del pop, “El libro de la vida”, hace una invitación a celebrar el pasado mientras se ve hacia el futuro.
Fotos D1: Cortesía Simón Varela y Oscar Kein. Esculturas originales elaboradas y exportadas para la producción cinematográfica mundial.
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Diario1.com comparte el tráiler de la película: