viernes 25 de octubre del 2024

Ronan Farrow, hijo de estrellas y niño prodigio, debuta en la TV

por Redacción

Ronan Farrow, el hijo de la actriz Mia Farrow y el director Woody Allen, no ha necesitado a sus padres para ser famoso: activista, periodista, abogado y ex asesor del gobierno, este estadounidense de 26 años se lanzó el lunes a una nueva aventura, la televisión.

Con pinta de playboy y ojos azules que le valieron el año pasado el décimo lugar en la lista de los hombres más atractivos del mundo de la revista People, Farrow, muy relajado y vivaz, presentó el primer número de su «Ronan Farrow show», un programa diario de una hora de duración sobre grandes temas de actualidad en la cadena de noticias MSNBC.

Ucrania, la detención del narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán y el debate sobre el aumento del salario mínimo en Estados Unidos estaban en el menú, con expertos y llamadas a los espectadores a que dieran sus reacciones en Twitter.

A pesar de su célebre linaje, el joven había logrado mantener un relativo anonimato. Pero fue noticia el pasado octubre, cuando su madre, al responder a una pregunta de la revista Vanity Fair, dijo que «tal vez» era el hijo de Frank Sinatra.

Sinatra fue el primer marido de Mia Farrow, con quien según ella misma admitió, «nunca realmente rompió».

«Todos somos ‘tal vez’ el hijo de Frank Sinatra», dijo entonces Ronan Farrow en su cuenta de Twitter, que tiene muchos seguidores.

Nacido como Satchel Ronan Farrow en diciembre de 1987, su vida parece una película acelerada: precoz y destacado en los estudios, con todos los brillos de Hollywood y una fuerte carga mediática, sobre todo durante la feroz separación de sus padres cuando él tenía cuatro años.

Satchel adoptó su segundo nombre, Ronan, y no tiene relación con Woody Allen desde hace años.

Reclutado por el gobierno de Obama

«Siempre he tenido un sentido del servicio público», dijo el joven la semana pasada al comediante político Jon Stewart, atribuyéndolo a su infancia en medio de hermanos y hermanas con discapacidad a menudo adoptados en diferentes países por su madre. «Me dieron ganas, no de tener 14 hijos, sino de hacer algo» en el mundo, dijo.

A los 11 años ingresó a la Universidad de Bard, en el estado de Nueva York, de donde se graduó a los 15 y fue admitido en la Escuela de Derecho de la prestigiosa Universidad de Yale el año siguiente.

Prefirió al principio «hacer una pausa» para trabajar durante dos años en la ONU, donde fue portavoz de la Juventud de Unicef, y se involucró en la defensa de las mujeres y los niños en Darfur, adonde fue varias veces con su madre.

Luego estuvo en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, trabajando en temas de derechos humanos.

A los 21, con el diploma de abogado en el bolsillo, fue reclutado por el gobierno de Barack Obama. Primero trabajó como asesor de asuntos humanitarios y ONG del Representante Especial para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke. En 2011, se convirtió en asesor especial de Hillary Clinton en el Departamento de Estado a cargo de asuntos de la juventud.

Y en 2012 fue a Oxford, después de haber obtenido la prestigiosa beca Rhodes, como antes lo había hecho el expresidente Bill Clinton.

El Departamento de Estado, dijo, es un «gran equipo». Fue difícil «hacer la diferencia», afirmó.

Ahora, desde su programa diario en la TV espera «movilizar a la gente» y hacerse un nombre propio, lejos de sus famosos padres.