Aferrados a una malla metálica y buscando el mejor lugar para observar, decenas de pobladores de una aldea pobre del este de Guatemala recibieron este miércoles al cantautor guatemalteco Ricardo Arjona, quien financió la construcción de una escuela para promover el talento artístico de los niños, observaron periodistas de la AFP.
«Gracias por dar alegría a nuestros corazones, Dios derrame bendiciones en tu vida», señalaba una pancarta que alzaba una niña para agradecer la construcción del centro educativo en la aldea Ixcanal, un poblado del municipio de San Agustín Acasaguastlán, en el departamento El Progreso, unos 100 km al este de la capital.
Los aplausos y los gritos arreciaron cuando el artista, quien acudió al acto vestido de negro y con anteojos oscuros, bajó de su vehículo para ingresar al complejo educativo construido por la fundación «Adentro», brazo filantrópico del artista.
«Quiero que esta escuela se convierta en un punto de partida de un cambio fundamental en la educación de este país», dijo Arjona al habilitar el centro, que atenderá a 200 niños.
La escuela, que lleva el nombre de la madre fallecida del artista, Nohemí Morales, tuvo un costo de un millón de dólares, y además de impartir educación preprimaria y primaria, cuenta con un salón de música, laboratorio de computación, biblioteca y área deportiva, entre otros espacios.
Arjona eligió la aldea Ixcanal porque su madre y su padre, Ricardo Arjona Moscoso, se conocieron trabajando como maestros en una escuela del lugar, que aún funciona.
«¡Gracias Ricardo Arjona, gracias Ricardo Arjona!», coreaba un grupo de niños durante el el acto de inauguración, entre ellos, María González, de 6 años, quien con una sonrisa en el rostro dijo estar «feliz porque voy a aprender a leer y escribir».
Una apuesta por la educación
La escuela comenzará a funcionar este jueves con la inauguración del curso lectivo de 2014 en todo el país, con dos maestros de preprimaria y seis de primaria, mientras que el área musical estará a cargo de tres instructores cubanos.
El ministro de Cultura de Cuba, Rafael Bernal, presente en la inauguración, dijo a la AFP que su país apoyará el proyecto de Arjona con profesores de arte y de ser necesario con entrenadores deportivos.
«Estoy dispuesto a cualquier cosa con tal de convertirla en escuela», agregó Arjona, al explicar que planteará ante el Congreso una iniciativa de ley para garantizar el apoyo gubernamental a proyectos educativos de la iniciativa privada.
La directora de la fundación «Adentro», Mariana Zavattieri, dijo que la entidad planea construir otras escuelas en diferentes regiones del país, aunque no precisó la cantidad ni los lugares específicos.
Nery Ortiz, líder de la comunidad, explicó a la AFP que la escuela beneficiará a unas 2.500 personas que habitan en San Agustín Acasaguastlán, una comunidad inserta en una área desértica donde muchas familias padecen pobreza y desnutrición.
Ortiz comentó que, además de construir la escuela, se habilitó un sistema de distribución de agua potable para la aldea con apoyo del gobierno y se gestionan mejoras a la carretera que une la comunidad con la autopista principal, que conduce a la capital y al noreste del país.
Durante la apertura del centro escolar también participó la familia del artista, el presidente Otto Pérez, el medallista olímpico guatemalteco en marcha Erick Barrondo y el conductor Héctor Sandarti, quien trabaja en la televisión mexicana, entre otros invitados.
Autor de éxitos como «Señora de las cuatro décadas», «Historia de taxi» y «Jesús verbo no sustantivo», Ricardo Arjona, quien el próximo domingo cumple 50 años, emigró en la década del ochenta a México para incursionar en el mundo de la música.
Originario del pueblo de Jocotenango, colindante con la turística ciudad de Antigua Guatemala (oeste), el músico mantiene un vínculo con el país por su familia y ahora tendrá una relación más cercana con el inicio de los proyectos educativos.
Arjona ganó en 2007 un Grammy por mejor álbum pop latino y un año antes se acreditó la versión latina del premio por mejor álbum pop masculino.