Pese a sus 87 años de edad, el creador supervisó cada detalle de esta exposición sobre su obra, desde la apertura en 1952 en París de la Casa Givenchy hasta su retiro de la vida profesional en 1996.
«Teniendo en cuenta mi edad, estaba dudoso» de hacer esta exposición, pero «tengo tanto afecto a España (…) que no tenía derecho a rechazar una oferta tan extraordinaria», dijo a la prensa el modisto, al lado de la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza, propietaria de la prestigiosa colección del museo.
«Es uno de los grandes maestros absolutos de la alta costura», afirmó Guillermo Solano, director artístico del museo.
Parte de la exposición, que presenta unas cien obras en total, está consagrada a la actriz británica Audrey Hepburn (1929-1993), con quien Givenchy tuvo «una gran amistad».
«Audrey era una persona excepcional. Fue la persona que me fue más cercana tanto por nuestras relaciones como por su elegancia, su generosidad, su belleza y su inmenso talento», dijo Givenchy.
Agregó que «creo que la alta costura ha llegado a su fin (…) El último gran modisto que hizo cosas maravillosas, Yves Saint-Laurent, terminó la época. Después de eso hay modas pero ya no hay moda».