El Salvador
sábado 16 de noviembre de 2024

Nuestros famosos también se doblegan ante la chikungunya

por Redacción


Desde Cocolito, hasta la presentadora de Tele 2 Marisol Doratt, y el mismísimo entrenador de fútbol playa Rudis Gallo, hasta en las artes escénicas como el actor Mario Guevara o la locutora de la radio Fuego Kelly Iraheta han caído ante la fiebre “quebradora”.

La chikungunya llegó al país en el mes de junio y desde entonces ya se han sumado más de 46,996 casos sospechosos y 126 confirmados. Los especialistas han dicho que si no se controla el foco, es decir, los criaderos de zancudos a todos nos dará chikungunya.

Y aunque la aseveración es un poco apocalíptica, parece que estamos a las puertas de que se cumpla. Según las cifras del Ministerio de Salud, el 70% de los hogares con mayor índice larvario están en zonas donde el agua potable no llega recurrentemente a los hogares y, por tanto, deben mantener reservas.

En el 30% restante ocurren otras problemáticas que hacen que el  mosquito se sienta a sus anchas para reproducirse y nacer. Según las estadísticas, en San Salvador la situación es bastante crítica, ya que de cada 100 casas, 25 tienen larvas de zancudo Aedes aegypti, el transmisor de la chikungunya.

Con esos índices tan elevados, no es extraño que cada día se sumen más y más casos. Solo en la última semana se sumaron más de 9 mil y aunque alguien puede pensar que solo puede afectar a zonas rurales o de escasos recursos, los casos muestran lo contrario.

La fiebre comenzó un cantón de Ayutuxtepeque, pero de ahí hasta la fecha ya lo tenemos en todos lados. Casi cualquiera puede ser víctima de este mal que, aunque tiene bajos índices de mortalidad, incapacita gravemente y genera fuertes pérdidas a las economías de los hogares.

Y es así que también los famosos salvadoreños se han visto afectados, ya que el mosquito transmisor no discrimina. Una de las famosas salvadoreñas que cayó enferma con esta fiebre “quebradora” es la presentadora del noticiero Teledos, Marisol Doratt.

La presentadora se enfermó a principios del mes pasado y volvió de su incapacidad el 15 de septiembre. El aquel momento, compartió a través de su Facebook su experiencia: “Sobreviví al chikungunya, al igual que Alex Pineda. Aún doliente como tras una pelea de boxeo. Pero feliz de trabajar para usted con las noticias de Teledos. Que comienzan en 5,4,3,2…”

Marisol Doratt y Alex Pineda, la dupla que presenta Teledos, fueron víctimas de la chikungunya. Esta es la foto que compartió la presentadora cuando regresó de su incapacidad. Foto D1

Marisol Doratt y Alex Pineda, la dupla que presenta Teledos, fueron víctimas de la chikungunya. Esta es la foto que compartió la presentadora cuando regresó de su incapacidad. Foto D1

Con el mensaje, la presentadora también reveló que su compañero de fórmula de cada medio día en canal 2 también había padecido la enfermedad. La mancuerna con pocos días de diferencia estuvieron padeciendo la fiebre chik, sin que sus televidentes lo notaran.

Asimismo, otros dos periodistas de Telecorporación Salvadoreña (TCS) fueron embestidos por el Aedes aegypti, que les dejó en cama por varios días. Kelly Mazariego y Silvia Hernández trabajan en canal 6 y llevar información a los televidentes se vio mermado durante su incapacidad. Silvia fue la primera en doblegarse ante la enfermedad y Kelly aún se encuentra en el periodo de recuperación.

A este dúo de TCS se le suma Andrea Navas, la periodista que despierta mucho más temprano que sus televidentes para reportar sobre calles en mal estado, manifestaciones, tráfico y otros problemas que aquejan a los salvadoreños desde primera hora, en el programa Frente a la comunidad.

Otra de las estrellas de TCS que engrosó las estadísticas del Ministerio de Salud es el famoso payaso Cocolito. Para él no es “chivo” decir que también es un paciente con chik, escribió en uno de sus comentarios en su Twitter oficial.

Cocolito lo confesó a sus seguidores: “¡Hey bichos! Me dio chikungunya :(”. Por si fuera poco y para hacer honor a la frase que lo ha coronado como uno de los favoritos para la niñez salvadoreña, el “¡Qué chivo va vos!”, también publicó “Tener chikungunya no es para nada chivo :(”, el pasado 1º de octubre.

Pero no solo la televisión se ha visto afectada con sus estrellas, la locutora de la radio 107.7 Fuego Kelly Iraheta también se vio afectada por la fiebre chik. Kelly acompaña a los oyentes de la radio y comparte experiencias, consejos y música noche a noche, la que considera la mejor terapia incluso para curar la chik.

La locutora en su momento también denunció a través de sus redes sociales que se le había practicado un mal diagnóstico; sin embargo, pese a que el médico que la atendió mnimizó sus síntomas, pocos días después las consecuencias fueron peores.

Las secuelas de  este virus provocaron que tuviera que ponerse hasta un collarín. Pese a las incomodidades, nunca perdió su buen humor, incluso con bromas referentes a la enfermedad.

En el rubro del teatro la situación no pinta tan diferente, un día viernes el director de teatro, Fernando Umaña se encontraba preparando los últimos detalles para una de sus obras que ese día tenia función especial para un grupo de estudiantes.

Antes de que se abriera el telón, Mario Guevara, uno de los actores principales le informó que también era víctima del chik. El espectáculo debía seguir. El joven ni se acercó a las instalaciones del Teatro Nacional de San Salvador, para no contagiar a los estudiantes. El show siguió, el grupo tuvo que presentar una obra diferente, “Trastornado”.

Pero otro de los campos más afectados ha sido el deporte. No solo los jugadores de la liga mayor de fútbol han ido cayendo uno a uno en cada jornada deportiva. Cada fin de semana, los directivos de los equipos deben rebuscarse para suplir a los jugadores que se han dado de baja. Y cada jornada el número aumenta.

Pero la Liga Mayor de Fútbol no son los únicos afectados y para ellos el sufrimiento suele ser más prolongado, ya que las acostumbradas jornadas de ejercicios y los entrenamientos generan choques en las articulaciones.

De esta experiencia nos cuenta el exportero de la Selección Nacional y del Club Deportivo Luis Ángel Firpo, Misael Alfaro. Para él lo más difícil de haber padecido esta fiebre es el dolor intenso en las articulaciones, que por ser futbolista se debilitan mucho más.

Foto que compartió el exportero de la Selección Nacional, Misael Alfaro, cuando estaba padeciendo la enfermedad. Foto D1

Foto que compartió el exportero de la Selección Nacional, Misael Alfaro, cuando estaba padeciendo la enfermedad. Foto D1

Para Alfaro, quien ahora se desempeña como entrenador de reserva del Club Deportivo Águila, asegura que su recuperación, como en la mayoría de casos, ha tardado y con mucho esfuerzo se ha ido reincorporado a sus labores.

Una tripleta que ha dejado a muchos tristes, ya que han tenido que detener los entrenos, son las bajas de la Selección Nacional de Playa. El primero de ellos en caer enfermo fue el capitán Agustín Ruiz y después le siguió el delantero Frank Velásquez, quien apenas esta semana logró incorporarse a sus actividades, luego de 10 días en cama.

“La enfermedad… esa famosa, me tuvo mal con calenturas, y más que todo el dolor en el cuerpo fue bastante incómodo, pero gracias a Dios, me dieron asistencia en la clínica de la Federación (FESFUT)”, comentó el considerado jugador más valioso del Torneo CONCACAF 2010.

Pero el tercero a sumarse fue el entrenador, Rudis Gallo, quien esta semana fue diagnosticado con la enfermedad y aún está recuperándose en su casa. Incluso muchos medios intentaron buscarlo y apenas logró asomarse a las ventanas de su casa y decir que estaba enfermo.

Y si indagamos más seguramente la lista podría ser interminable. La enfermedad definitivamente ha llegado para quedarse, dicen las autoridades, y serán pocos los que se salven si cada salvadoreño no se concientiza y elimina todo posible criadero de sus casas.

La chikungunya sobrepasó lo que alguna vez se imaginaron, sin embargo, hay medidas que se pueden tomar para que la diseminación sea menos y la lista, ya sea de famosos o simples mortales, sea menor; pues este zancudo no discrimina.