Memorias de un concierto en Cuba al aire libre
The Rolling Stones ha sido pionero en muchos aspectos a lo largo de su vida. Aun así, esta primera vez fue especial. El 25 de marzo de 2016, las leyendas del rock se convirtieron en la primera banda de la historia en dar un concierto gratis al aire libre en La Habana y cientos de miles de fanáticos cubanos las aclamaron en señal de aprobación, en un acto emblemático e inolvidable para la historia de la música a nivel global.
El concierto quedó registrado para siempre en Havana Moon — The Rolling Stones Live In Cuba, del director Paul Dugdale. Es una película nueva y excitante que llegará a la pantalla grande el 23 de septiembre de 2016 y se mostrará en cines de todo el mundo.
Para preparar el terreno para la proyección de estas imágenes imperdibles, Mick Jagger comparte los recuerdos de la visita de The Rolling Stones a Cuba: cómo fue y qué pasó en esa noche espectacular en La Habana.
P: Se divirtió con el título Havana Moon, un buen guiño a una antigua canción de Chuck Berry.
R: Sí, pensé que sería una pequeña referencia divertida. Se me vino a la cabeza cuando estábamos buscando un título, aunque hace mucho tiempo que escuché esa canción. Es una canción realmente temperamental y pensé que funcionaría muy bien como título. Parece que a todos les gustó.
P: Supongo que nunca habían pensado en tocar en Cuba porque nunca antes se había dado la posibilidad.
R: No, creo que nunca habíamos pensado en tocar allí hasta hace unos años, cuando la gente comenzó a mencionarlo porque las restricciones de Estados Unidos estaban desapareciendo poco a poco. Probablemente hubiéramos podido tocar allí hace muchísimo tiempo, pero habría sido bastante difícil. Hace dos, tres o cuatro años, muchos de mis amigos me preguntaban por qué no daba un concierto allí.
Cuanto más cerca estábamos de hacerlo, la gente decía: «Bien, queremos hacerlo así». Y yo respondía: «Está muy bien decir todo eso, pero si lo hiciéramos, ¿cómo sería?». Algunas personas habían ido, se habían realizado espectáculos teatrales y ya habían ido bastantes bandas, además de todo tipo de gente del mundo de la danza, porque el ballet cubano es muy importante. Una de las figuras reconocidas del ballet británico es Carlos Acosta, que es cubano. Después lo mencionó HBO en algunas conversaciones que tuvimos acerca de películas documentales, así que todo comenzó a armarse.
P: ¿Esta fue la última frontera para los Stones en cuanto a lugares de conciertos en vivo?
R: No, en realidad no. Dimos un concierto en África. Ese es un gran lugar. ¡Es el primero que se me ocurre al pensar rápido! Tres conciertos en India hace muchos años; ese es otro gran lugar.
P: ¿Usted ya había visitado Cuba?
R: Sí, siempre había querido ir. Tengo una casa en el Caribe y no dejaba de pensar que tenía que ir allí antes de que se hiciera el concierto. Quería ir como turista. Así que fui el pasado octubre/noviembre con mi hijo Lucas. Fuimos a La Habana, no visitamos más sitios. Fuimos fuera de temporada, por lo que había un ambiente muy tranquilo, realmente encantador. Fui a ver muchas discotecas y sentí la energía del lugar. No había turistas, así que fue algo «solo entre cubanos».
Conocí a algunas personas, supe qué sentiría al tocar allí y me di cuenta de si sería excitante o no y de lo que pensaba la gente. Estaba investigando, pero me estaba divirtiendo muchísimo. Quise hacer un reconocimiento de los lugares, pero al final en realidad no había mucho que reconocer.
Todo el mundo me dijo que lo único que había era la Plaza de la Revolución (¡donde estuvo el Papa!), el Estadio Panamericano, que es donde se organizaron unos juegos hace unos años, pero no fue posible usarlo porque no estaba realmente bien. Otro lugar era el estadio de béisbol, un poco pequeño para lo que necesitábamos. Había visto el sitio para actividades de atletismo de camino al aeropuerto y sabía que las instalaciones no tenían nada, lo cual presentaba muchos problemas. Así que vi un poco el lugar, pero no estaba 100 % seguro de que la gente fuera a recibir bien el evento.
P: ¿Alguna vez habían recibido un mensaje de algún fanático de Cuba en el pasado?
R: No, no recuerdo ninguno. Es muy cerca de Estados Unidos, así que las radios se cruzan y hay mucho intercambio de música. La gente conocía a los Beatles y los Rolling Stones y todo eso, no estaba tan desconectada. Es decir, estaba desconectada, sí, y era difícil recibir cosas, pero en Polonia también era así. La gente recibía cosas si estaba muy interesada. Fuimos a Polonia en 1966 y fue raro. Era un estado mucho más reprimido que Cuba.
Pero si hablamos de lo importante, ese fue un gran mes para Cuba. El Papa, Obama, Major Lazer y después los Stones, todos fueron allí. Pero habría que preguntarles a los cubanos. No sé si después de eso sienten algo diferente o no. No es un lugar libre, uno todavía no puede decir lo que quiera y todavía están prohibidas las reuniones y el acceso a Internet; solo hay un poco en algunos lugares. Para el resto del mundo, parece ser un lugar liberado. No sé la respuesta a eso, simplemente estoy planteando la pregunta.
En la otra película que hicimos sobre América Latina, que se llama Olé Olé Olé!, hay mucho de esa historia. Hubo mucha represión en muchos de los países de América Latina porque hubo dictaduras militares de derecha. El rock and roll también se prohibió en la España de Franco y en los países satélites de la Unión Soviética y la Unión Soviética, así que Fidel Castro copió la prohibición que impuso la Unión Soviética a la música burguesa decadente. Eso no duró para siempre.
El rock and roll es solo una parte del rompecabezas cultural. Todas las partes son necesarias. Se necesitan intercambios culturales y políticos en todos los niveles y es necesario que las personas intercambien ideas. Tanto la cultura popular como las películas, la música y la televisión son partes del diálogo.
P: ¿El público se comportó de modo diferente a como lo hace el público de otros países?
R: Fueron súper entusiastas y bailaron, pero parecían saber las canciones y en muchos sentidos se comportaron del mismo modo que el público de otros países de América Latina en los que hemos dado conciertos. No parecía que estuviéramos en otro mundo. Agitaron mucho los teléfonos inteligentes de un lado a otro. A simple vista, su situación parece ser como la nuestra, pero si uno se interioriza, creo que en realidad hay una situación problemática. Pero todos están acostumbrados a eso.
P: ¿Entonces La Habana le causó una buena impresión?
R: Me encanta. Me encantaría volver, fue realmente estupendo y la gente fue maravillosa, muy amable y la música era genial. La historia del lugar también es muy interesante. Es una larga historia y me encantaría explorarla un poco más.
P: ¿Tuvo la oportunidad de explorar la ciudad antes o después del concierto?
R: No hubo tiempo. Uno llega un día, se encuentra en un alboroto por la prensa, come, da el concierto y al día siguiente ya se fue. Es casi imposible hacerse una idea del lugar. Hubo una fiesta en la Embajada Británica. Pero uno está tratando de concentrarse en el show. Me divertí muchísimo porque ya había estado allí durante unas semanas y lo tenía fresco en la mente, y me encontré con gente que había conocido. Pero si no hubiera estado allí antes, habría estado corriendo de un lado a otro para intentar arreglar todo para el show, que estaba un poco en el aire.
P: El show fue ocho días después de la fecha anterior del América Latina Olé tour de América Latina, en la Ciudad de México. ¿Ocho días es un tiempo lo suficientemente corto como para mantenerse en forma para el próximo show?
R: Es como una interrupción, pero hay que seguir, hay que practicar y hacer todos los ejercicios vocales. Creo que yo fui al Caribe (en ese período) y todos los demás se fueron a Miami. Tenía que prepararme bien para ese show; no quería decepcionar a los cubanos.
P: Habló bastante en español durante el show. ¿Habla el idioma?
R: En realidad no. Me resulta bastante fácil. Si me preparo, puedo arreglármelas. Acababa de estar en contacto con el español durante casi todo el tour, excepto en la parte de Brasil, donde se habla portugués, que es más difícil. Así que estaba bien. Incluso mi hija Jade me halagó un poco a regañadientes. Su español es bastante bueno y me dijo: «Tu español no estuvo mal». Le dije: «Bueno, he estado haciendo esto por tres meses o algo así».
Creo que uno debe hacer el esfuerzo de hablarle a la gente en su propio idioma. Incluso si uno lo hace mal, no importa. Creo que la gente aprecia que uno lo intente. Mucha gente habla inglés, pero no es así en todos lados, así que es bueno decir algunas frases. El tema del español es que es diferente en todos los países. Cada uno tiene palabras diferentes, su propia jerga y distinta pronunciación. Alguien me dijo: «No puedes pronunciarlo así, estás hablando como chileno». Y yo me quedé como: «¡¿Qué hay de malo en eso?!»
P: La aparición del coro local, Entrevoces, para el bis de «You Can’t Always Get What You Want» fue muy emotivo.
R: El coro cubano fue muy bueno. Hay una red de coros con los que tenemos relación en todas partes del mundo. Practicamos con ellos el día antes, y después, si podemos, cantamos el día del show, detrás de escena o en el escenario.
P: A ustedes los han grabado en el escenario en muchos contextos diferentes alrededor del mundo a lo largo de las décadas, pero debe ser bonito tener un recuerdo permanente de este show en particular.
R: Sí, creo que sí. Fue una noche muy especial para los cubanos y algunos de los más ancianos dijeron que nunca pensaron que pasaría algo así, que ese tipo de mundo ya era cosa del pasado para ellos. Las personas más jóvenes no piensan así. Simplemente quieren pasar un buen rato y les alegra que haya gente que vaya a su tierra, y con suerte también irán otras personas.
No todos tienen que ser conciertos gratis al aire libre, porque eso es algo muy difícil de hacer. ¡Pero sí que les gustan los conciertos gratis al aire libre! Espero que otras personas sigan este ejemplo y superen las dificultades para que esta se convierta en otra parada del camino, porque a los cubanos les encantará que así sea. Tuvieron una noche especial y para nosotros también fue algo maravilloso.