Michael J. Fox confesó que se refugió en la bebida cuando le diagnosticaron parkinson. “Me sentí sin ayuda. Sentí que era injusto, de alguna forma…es difícil de explicar”, dijo el actor. “Mi primera reacción fue comenzar a tomar alcohol”, agregó.
La condición degenerativa en Fox fue detectada en 1991 y admitió que se sintió derrotado. “La vacilación de los efectos del parkinson es una oportunidad para hacer una pausa y armarse de carácter para responder a lo que está pasando. Me dio una nueva perspectiva de las cosas”, explicó.
“Solía beber en fiestas pero después comencé a beber solo todos los días», dijo a lo que añadió: «Solía estar nervioso y sentarme en mi camerino. Comenzaba a sudar y me desesperaba cuando pensaba en lo que estaba pasando y me preguntaba: ¿qué voy a hacer? ¿cómo voy a responder ante esto?”.